A mediados de noviembre de 2013 Neon Indian, del mexicano Alan Palomo, presentaba un agitado set en Niceto Club. Previo a ello, un artista novedoso y enigmático aclimataba el lugar. Estoy hablando del músico peruano, ahora residente porteño, Chico Unicornio.
Este proyecto, Chico Unicornio (como se autodenomina), encontró su nombre y su estilo a partir de un extraño sueño que el artista no deja de recordar. “Un viejo barbudo me decía: – Ven, chico unicornio – y me acordé y lo elegí”, cuenta Hilo en su entrevista con CNN en Español.
El espacio se tiñó de azul unicornial (de hecho, él solía tener el pelo teñido del mismo tono) como anunciando que lo que se oiría a continuación no entraría en la categoría de “convencional”. Es que Chico Unicornio interpretó una seguidilla de temas que iban desde el neo-folk hasta el electropop, dos genéros que encuentran su punto de fusión en una diversidad de instrumentos (hasta violines y charangos) y que convergen a la perfección con su registro vocal. Así se producen híbridos musicales de carácter estiloso y muy personal. Lejos de parecer un ser complicado o ambiguo, recibió la propuesta de la entrevista con IndieHoy con entusiasmo y confianza. “Si querés me decís cómo y yo me hago unas fotos”, me ofrece gentilmente. Es notable cómo se preocupa siempre por aportar, de manera sencilla y predispuesta. Además, su talento inigualable sólo puede compararse con la alegría de saber que es latinoamericano.
En 2010 lanzaste tu primer EP, Triángulo. ¿Cuáles fueron los pasos previos para cumplir con ese objetivo?
Boy Scouts en principio fue un disco conformado por 16 canciones, que luego resumí en 6 en el EP Triángulo. Esas fueron las primeras canciones en las que decidí encargarme de todo, desde ingeniármelas para grabar en mi cuarto, hasta la creación de la portada y el hecho de aprender a tocar y componer con un instrumento nuevo: el charango. Era yo, haciendo canciones, en la búsqueda de atrapar sonidos originales, por eso busqué aprender algún instrumento nuevo. Además aproveché para usar otras herramientas como silbidos, panderetas, palmas o grabaciones de cassette.
¿Cuáles han sido tus mayores referencias o influencias musicales a lo largo de tu carrera?
Los Beatles, Nirvana, Aphex Twin… De Argentina podría mencionar a Charly García y Virus.
Comentame un poquito acerca de tus proyectos actuales o tus planes para el 2014.
Estoy terminando los detalles del nuevo álbum que editaré este año. Ahora mismo se vienen una serie de presentaciones en Argentina, siendo la primera la del sábado 22 de Marzo junto a Violeta Castillo en el ciclo “Arcade Adventure”. Busco formar una banda estable aquí, como lo hice en Santiago de Chile, donde participé en el Festival Neutral del sello Quemasucabeza, compartiendo cartel con Jorge Gonzales, ex Los Prisioneros.
En 2012 participaste del line-up de uno de los festivales más reconocidos de música electrónica a nivel mundial, el Sónar Festival de Barcelona, ¿cuáles fueron las principales enseñanzas que te dejó esa experiencia? ¿Cómo modificó tu música?
Sí, por primera vez experimenté el ambiente de un festival de 3 días de duración, aprendí mucho. Me acerqué de lleno a la música electrónica cuando mi música venía siendo más cercana al neo-folk y al tropicalismo y escuché en vivo propuestas muy interesantes como Totally Enormous Extinct Dinosaurs, Thundercat, Die Antwoord, por nombrar algunos.
¿Podrías describir, en unas pocas palabras, cuál es tu relación con la música? Es decir, ¿qué te llevó a dedicarte a ésto con el correr de los años? ¿Fue premeditado o más bien una pasión descubierta?
Siento que es como en Star Wars, al comienzo el niño se convierte en padawan y luego con entrenamiento, si es que lo desea, se puede convertir en un jedi o incluso ir más allá. Creo que al poder componer canciones y escribir letras tengo superpoderes, sería un poco egoísta de mi parte no seguir haciéndolo. Yo en un momento de mi vida pensé en dejar todo esto y dedicarme de lleno a mi otra pasión que es la cocina y los cocteles, abrir un restaurant o un bar pero mientras lo seguía pensando gané la Red Bull Music Academy y me fui a Madrid, fue mi primer viaje a Europa, y todo gracias a Chico Unicornio, tenía que seguir, no podía echarme para atrás, me pareció una señal.
¿Con qué artista y por qué motivo quisieras compartir escenario?
Yoko Ono, porque me encanta ella como músico, artista plástica y ser humano; Pharrell Williams, uno de los productores más talentosos de la actualidad y El Pity Álvarez, porque me parece un superdotado del rock.
Tocás el charango, el sinte y el teclado…¿qué instrumento te gustaría aprender a tocar y cómo lo incluirías en tu estilo de música?
Me encantaría poder tocar la trompeta; andar de un lado a otro, onda la película Permanent Vacation de Jim Jarmusch.
¿Qué diferencia, según tu criterio, a Triángulo y Bahía?
Triángulo es un disco artesanal, perfecto para escucharse en formato cassette, acústico, de fogata. Bahía tiene más percusiones, más instrumentos, más arreglos, es distinto, menos minimalista, pero al mismo tiempo podría decirse que es una evolución; al mismo tiempo decidí volver a usar todo lo que sabía tocar. Me reencontré con las letras y paulatinamente comencé a inclinarme por experimentar con nuevos géneros. De igual manera, tanto las canciones de Triángulo como algunas de Bahía las mastericé con Marcos Sanz, el sonidista predilecto de Charly García, que aportó lo suyo desde el comienzo.
Una frase que dejarías para los futuros músicos latinoamericanos.
Antes de escuchar lo que suena fuera y en otro idioma, escucha primero lo que tienes más cerca.
¿Alguna banda amiga que nos quieras recomendar?
La Loca de Hojalata: http://lalocadehojalata.bandcamp.com/
Chico Unicornio es la prueba viva de la acelerada evolución que ha experimentado la música de América Latina en los últimos diez años. Cada vez las mezclas de géneros, instrumentos y voces van siendo más extravagantes y alentadoras. Lo indie aún continúa en expansión, descubriendo estilos que nacen, primeramente, como meros experimentos a cargo de los músicos más jóvenes y audaces. Y qué mejor que sumarle a la novedad instrumentos autóctonos, los predilectos de nuestras raíces musicales, que permiten otorgarle al sonido una calidad y una presencia que representan directamente a nuestra cultura. Punto para el místico Perú.