Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, de Emilio García Wehbi

I
El escenario es el centro del mundo, allí se libran todas las batallas, allí se consumen nuestras derrotas.

II
¿Serán Coto, Wal-Mart y Carrefour nuestras futuras pirámides de Egipto?

III
En la basura, de despliega el horror de la belleza. El pollo se lo reparten Japón, EE.UU, y unas pocas potencias más. Todavía no terminamos de contar los muertos del gobierno anterior y ya perdimos la cuenta de los muertos del actual. Igual estamos bien. Podemos seguir distrayéndonos.

IV
Pepsi, que ya tiene experiencia apoyando dictaduras, y Coca Cola, se proyectan como posibles auspiciadores del orden. Nadie sospecha que sean la misma persona.

V
¿Contemplarán las futuras generaciones el renacimiento del arte reencarnado en una cadena de Supermercados?
Aunque no lo sabremos, es posible que estemos asistiendo a su génesis.

VI
Vengo de rescatar algo de las migajas que dejan Mac Donalds y el Estado. Con las sobras podré pasear por Farmacity.
“Mientras/ ahí/ en la basura/ solo por esta vez/ es probable/ aunque no es seguro/ que encontremos/que se deslice/ una esperanza/ dije probable/ dije tal vez”.

VII
Desprenderse de todo hasta morir en la invisibilidad.