A Rosario con Cynar: Así fue la quinta edición del Festival Bandera 

Mientras la agenda de festivales va marcando el avance del año, finalmente este fin de semana le llegó el turno de anfitrión a Rosario, que recibió al país en su ya consolidadísimo Festival Bandera. El evento, realizado en el predio de la ex Rural en el medio del Parque Independencia, fue la gran reunión musical para figuras locales y nacionales que están ascendiendo, que volvieron, que siguen escalando y los ya clásicos de la escena rockera del país. 

El festival, que va por su quinta edición, desplegó toda su experiencia en producción con tres escenarios, espacio exclusivo de Experiencia Bandera y gran cantidad de activaciones donde los asistentes pudieron disfrutar distintas propuestas mientras esperaban los shows de sus bandas favoritas. Entre esos espacios estuvo el point de Cynar, reafirmando su compromiso con la música y la cultura, que nuevamente estuvo presente como sponsor ofreciendo juegos con premio y una serie de barras dispuestas en distintos espacios para degustar aperitivos con la música. 

Un festival “distintou”

Luego de cinco ediciones que solo van creciendo y demostrando el potencial del festival y la ciudad de Rosario como cuna musical del Litoral, el Bandera se consolida como un evento “distintou”, un concepto acunado por Cynar esta temporada para definir su bebida y distinguirla de todo lo que sucede alrededor.

El stand de Cynar en el festival tuvo como objetivo seguir esta idea ya que brillaba en distintos espacios del predio: un stand para público general donde estuvo la alcachofa -ingrediente clave del aperitivo- sacándose fotos con la gente que pasaba a saludar; una barra gratuita en momentos cúlmines del día en el sector VIP, Experiencia Bandera, y también auspiciando el sector de prensa y el living de los artistas. Una presencia integral para que nadie se quedara sin disfrutar de un rico Cynar y buena música. 

La jornada, soleada y con la temperatura ideal para disfrutar el sol y la sombra, empezó justamente con músicos locales en los tres escenarios. Mientras Lucky Rivers recibía a las olas de personas que entraban pos mediodía en el escenario Sur, Barfeye se ocupaba de abrir el Bandera en la otra punta del predio y Caliope Family, un ratito más tarde, iniciando las funciones del Norte. La Fam de Caliope también llegó temprano para marcar el ritmo funky de una tarde que ya se veía venir muy movida. Para cuando las primeras visitas femeninas tomaron el control de los escenarios como fueron Luz Gaggi y Zoe Gotusso por un lado y la local Mica Raciatti por el otro, las masas de chicos ya se movían por todo el sitio intentando descubrir qué propuestas había en cada rincón, disfrutando de los livings dispuestos a la sombra o abasteciéndose de agua en los puestos de hidratación.

El pogo no tardó en llegar y con el sol aún dejando marcas en la piel, Agusfornite2008 y Stiffy no se aguantaron estar solos arriba del escenario haciendo su trap rabioso y se bajaron a la tierra a cantar y saltar con sus fanáticos. Al ratito Indios desembarcó en las tablas Sur para mostrarse más vivos que nunca. Después de un parate temporal, la banda volvió a los escenarios con su formación original a la ciudad que los vio nacer. Se encontraron con un público muy fiel que demostró que los mantuvo vivos en el recuerdo y juntos corearon “Jullie”, aquel primer hit de la banda que está cumpliendo nada más que 11 años. Otra banda que volvió como si el tiempo no hubiera pasado, fue Usted Señalemelo. El grupo liderado por Juan Saieg, que recientemente publicó el EP Xtrapolar, se reencontró con un público rosarino eufórico que cantó y pogueó, demostrando que el Festival Bandera es, ante todo, un festival de rock hecho y derecho. 

La jornada fue una sucesión de eventos sin parar. Las propuestas, ampliamente surtidas y subdivididas con gran criterio por la producción, llevaban a las masas de gente a moverse de escenario para buscar el próximo show favorito. En el medio, una paradita técnica en los baños, un snack en las más de 10 opciones gastronómicas y un retoque de protector solar, algo que incluso estaba disponible de forma gratuita. Mientras los escenarios principales se preparaban para los platos fuertes, en el escenario Bandera pasaban las grandes promesas de la escena como son Feli Ruiz, Blair o Chita, que trajo lo más intacto que se podía el show de su disco Atelier. Con las mismas bailarinas y look que tocó en el Movistar Arena, la cantante dejó ver la flexibilidad de su voz y su presencia sensual arriba del escenario. 

Música para un aperitivo al atardecer

Para cuando llegó el turno de Dillom, ya no quedaba rincón del predio sin personas. El último aluvión de público entró para ver al ídolo de toda la generación centennial por gusto o por desconocimiento. Siendo uno de los artistas que más sellos tiene en el pasaporte Bandera con tres presentaciones entre las cinco ediciones, volvió a sorprender con un show potente que tuvo canciones de su último álbum Por cesárea como “Cirugía”, “Mi peor enemigo” (su hit con Andrés Calamaro) y “Ciudad de la paz”, que sonó luego de que el artista le declarara su amor al público rosarino, tildándolo como uno de sus favoritos mientras un globo en forma de corazón flotaba en el medio del público.

Otro que también hizo énfasis en el cariño de los rosarinos fue Joaquín Levinton de Turf. Haciendo de las suyas, el líder del grupo y su banda le pusieron la cuota de fiesta a la velada con canciones como “Cuatro personalidades” y “Pasos al costado”. Ya con la luna en el cielo, Levinton celebró la efusividad local marcando la singularidad de la audiencia. Un público “distintou”, hubiera dicho la alcachofa de Cynar desde su stand, desde el cual tenía una vista privilegiada de cada point.