La década de los 80 fue clave para la música, ya que dejó un legado tan diverso como inolvidable. Fue por aquellos años que se popularizaron los sintetizadores, hubo cientos de baladas épicas, coros que quedaron grabados en los corazones y estribillos que todavía hoy se cantan sin mirar la letra. Entre tantas melodías icónicas, hubo una que se convirtió en la más pegadiza de esa década, según un estudio de la Universidad de St Andrews, en Escocia.
Publicado en 2016, el análisis buscaba dar con las pistas que más se le pegan a la gente y para eso utilizaron la siguiente ecuación: "Receptividad + (previsibilidad menos sorpresa) + (fortaleza melódica) + (1.5 veces repetición rítmica) = una melodía que se queda en tu cabeza". En palabras de los investigadores, esta fórmula puede entenderse como un "gusano auditivo" musical que necesita de cinco componentes cruciales para existir. Según Bede Williams, esto incluye: sorpresa, previsibilidad, repetición rítmica, potencia melódica y, lo más importante, que los oyentes sean receptivos a la creación a un nivel básico.
La canción más pegadiza de los 80
Tras el análisis, se llegó a la conclusión de que el track más pegadizo de toda la década de los 80 es “I’m Gonna Be (500 Miles)” de The Proclaimers. Lanzada en 1988, esta canción de los gemelos escoceses Charlie y Craig Reid se convirtió en un himno inmediato gracias a su energía, su ritmo y un estribillo que contagia.
Sin embargo, “I’m Gonna Be (500 Miles)” quedó en el cuarto puesto entre las obras musicales más pegadizas de todos los tiempos, solo por detrás de “We Will Rock You” de Queen, “Happy” de Pharrell Williams y “We Are The Champions”, también de Freddie Mercury y compañía.
Por otro lado, el top ten lo completan las siguientes pistas: “YMCA” de Village People, “Bohemian Rhapsody” de Queen, “The Final Countdown” de Europe, “Living On A Prayer” de Bon Jovi, el villancico “Jingle Bells” y “Who Let The Dogs Out?” de Baha Men.