Para muchos, Robert Plant es sinónimo de autenticidad y de pasión a la hora de agarrar un micrófono y subirse a un escenario, dos de los tantos elementos que lo ayudaron a triunfar como parte de Led Zeppelin. Pero incluso las leyendas pueden mostrar incomodidad ante lo que consideran excesivamente artificial. Tal y como recuerda Far Out Magazine, en una oportunidad, el cantautor británico no pudo con su genio y lanzó una crítica severa contra una de las bandas más icónicas de comienzos del siglo XXI: Linkin Park.
Durante una entrevista con el periodista y autor Dean Goodman en agosto del 2002, Plant manifestó su parecer con respecto a la escena musical de aquel entonces y aseguró: “Si enciendes la radio, una vez que pasaron los anuncios, el 75% de las veces te encuentras —sin importar la emisora que estés escuchando— con algún tipo de desastre grabado digitalmente, impecable e insustancial. A menos que escuches a Flaming Lips, White Stripes o algo que se esté destacando y realmente le dé un toque”.

La crítica a Linkin Park
Acto seguido, al músico se le consultó si alguna de esas bandas tenía su aprobación, a lo que él contestó: “Mmm. Sí, definitivamente. Bueno, ya sabes, la gente sale a intentar inventar sin apuntar directamente a la parte débil e insustancial de la próxima generación del rock. O sea, Linkin Park, ¿en eso se convirtió realmente el rock?”.
Aun así, reconoce un matiz importante: aunque lo que proponía por aquel entonces Linkin Park no era lo que él esperaba del género, existe una sinceridad notoria detrás del sonido de la banda. Chester Bennington, con sus gritos cargados de dolor y tristeza, transmitía una autenticidad emocional que Plant advirtió como una cualidad rara en esa nueva generación y que, por extraño que parezca, le merecía un respeto tácito.