Fito Páez es uno de los compositores más destacados de nuestro rock nacional. Con una prolífica discografía, el hombre del piano ha recorrido el rock and roll, las baladas románticas y los ritmos fundacionales de nuestra música, siempre reconociendo la influencia decisiva de Luis Alberto Spinetta y Charly García en su obra. Páez es una verdadera máquina de hits: sus canciones forman parte de la banda sonora de nuestro país y de nuestras historias personales. Por eso, elegimos las 10 mejores canciones de Fito Páez.
10. "Parte del aire"
En esta canción, dedicada a sus padres e incluida en el álbum La la la (1986) que grabó junto a Spinetta, Páez explora ritmos folclóricos con una marcada impronta litoraleña. Con cuerdas y percusión, la pieza adquiere un tono profundamente emotivo y está cargada de metáforas a través de las cuales relata la muerte de sus padres de manera poética.
9. "Giros"
La canción que da nombre al álbum homónimo es una suerte de tango en el que el músico reflexiona sobre el mundo que lo rodea. Abre su segundo disco y refleja la creciente complejidad de su obra en lo compositivo, los arreglos y la lírica, características que se condensan en este tema.
8. "Carabelas de la nada"
En esta canción de impronta jazzera, incluida en Tercer mundo (1990), Fito deja atrás los sonidos más bailables e influenciados por Prince que había explorado en discos como Ey! (1988) y Ciudad de pobres corazones (1987). Con una reflexión sobre el individuo y el mundo que lo rodea, Páez despliega una de sus letras más elaboradas, junto con una composición de gran complejidad tanto en sus acordes como en sus secciones e instrumentación.
7. "La despedida"
Esta es una de las favoritas de los grandes fanáticos de Páez. Como todo el disco Abre (1999), el tema destaca por su gran refinamiento, logrado únicamente con piano, voz y una letra desgarradora sobre el final del amor. Es una de las canciones más tristes y profundas del músico, con influencia tanguera, mientras relata la vida cotidiana de dos personas cuya historia finalmente llega a su fin.
6. "Polaroid de locura ordinaria"
Basada en el cuento de Charles Bukowski, "La chica más guapa de la ciudad", esta canción narra la historia de una joven tan fascinante como caótica. Es uno de los grandes hits de la carrera de Páez y se desarrolla con una estructura y un sonido clásicos del rock nacional, coronándose con un final triunfal, perfecto para corear en un pogo.
5. "Tres agujas"
En su primer álbum, Del '63 (1984), el rosarino ya demostraba su talento singular para la composición. Este tema, que varía las tonalidades y presenta una extensa letra de carácter poético, se destaca como una de las piezas más refinadas y complejas de su carrera. Incluso fue versionado por Spinetta.
4. "La Verónica"
El segundo tema de El amor después del amor (1992) narra la historia de una actriz que está filmando una película y, al mismo tiempo, hace referencia a la mujer que ofrece limpiar el rostro de Jesús mientras lo llevan hacia la cruz. Se trata de un tema con instrumentación que remite a sonidos árabes y con una marcada presencia del bajo fretless.
3. "Tumbas de la gloria"
Es una de las canciones más queridas por el público y, posiblemente, uno de los emblemas de nuestro rock nacional que jamás pasa de moda. La estrofa sigue la cadencia del tango, pero los arreglos y la interpretación se inscriben en el rock. La letra remite a su infancia, al amor y a aquello que la muerte se llevó.
2. "Pétalo de sal"
Se trata de la colaboración más legendaria entre Páez y Spinetta y de una de las canciones más bellas de toda su carrera. Con menos de tres minutos de duración, este tema, que encuentra su potencia en la delicadeza, carece de batería y se sostiene principalmente sobre guitarra y piano.
1. "Cadáver exquisito"
Este tema no forma parte de ningún disco de estudio, sino que pertenece a Euforia, el inmejorable unplugged de Fito. Con una letra que juega con el sinsentido, las referencias populares y la metáfora, el tema destaca por el protagonismo del órgano, que le aporta una estética gótica, y por un fabuloso solo de piano a cargo del compositor. Las estrofas se construyen en tonalidad menor con acordes descendentes, mientras que en la sección que hace las veces de estribillo, el músico invierte el recorrido de los acordes.