Guillermo del Toro es uno de los grandes exponentes mundiales del cine de género. A lo largo de su carrera se ha erigido como un emblema del cine fantástico, además de haber incursionado en el terror y la animación. En 2022, el director mexicano impactó con Pinocho, su versión animada del cuento clásico, a la que le imprimió una impronta muy personal y por la cual recibió el Oscar a Mejor Película Animada.
Desde su prestigio y experiencia, del Toro ha decidido apostar por la animación stop motion, una técnica utilizada por Tim Burton en gran parte de su filmografía, así como en películas como Wallace y Gromit, Anomalisa y en los films animados de Wes Anderson.

En oposición a la proliferación de la inteligencia artificial y con el propósito de fomentar el surgimiento de nuevos artistas en esta técnica, el director anunció la creación de un estudio-escuela de stop motion junto a la École de l’image Gobelins de París y Netflix.
“Los nombres importantes del stop motion tienen todos más de 50 años. El stop motion está perpetuamente al borde de la extinción. Y lo preservan perpetuamente personas un poco locas. Es un pequeño culto con gente muy devota”, expresó el director de El laberinto del fauno durante una charla en la prestigiosa escuela Gobelins.
Por el momento, no se conoce qué proyectos se desarrollarán en el nuevo estudio ni cómo podrán inscribirse los interesados en estudiar allí, pero sin dudas se trata de una iniciativa innovadora que busca preservar las formas clásicas de hacer cine.
El amor de Guillermo del Toro por la animación
El director también se pronunció sobre la animación durante un discurso en 2023, en el marco del Festival de Cine de Animación de Annecy, en Francia, donde afirmó que el stop motion “es la forma más bella de animación, porque es la más íntima. Siempre hay una fuerte conexión entre el animador y el modelo físico”.
En ese contexto, del Toro también aprovechó para señalar que el futuro de su carrera estará centrado fundamentalmente en la animación. “La animación es para los espíritus no domesticados. La animación es decirle ‘jódete’ al mundo tal y como te lo presentaron de niño. No dejes de mandar al mundo a la mierda. ¡Sigue diciéndolo hasta que te estrelles! Eso es lo importante de los monstruos. Me encantan porque representan un fuck you corporal al mundo”, recogió Infobae.