El 30 de junio de 1980, como parte de su octavo disco titulado The Game, Queen publicó “Another One Bites the Dust”, un track escrito por su bajista John Deacon. Desde que vio la luz, el tema se convirtió en uno de los mayores éxitos de la banda, alcanzando el número 1 en Estados Unidos, ventas millonarias, una gran presencia en radios y pistas de baile de todo el mundo. Sin embargo, Brian May contó que no todos los miembros del cuarteto británico estaban muy cómodos con la canción cuando se gestó.
El legendario violero explicó en una entrevista con Guitar Player que la banda tenía una convicción clara de no repetirse y explorar nuevos territorios creativos. Por eso, “Another One Bites the Dust” representó uno de esos saltos. "Teníamos la idea de que nunca debíamos repetirnos”, recordó May, “así que nos pusimos deliberadamente en diferentes situaciones de composición y grabación para seguir avanzando y derribando cualquier barrera que pudiera aparecer".

Acto seguido, agregó: "Sentí que también se rompió otra barrera con 'Another One Bites the Dust'. En diversos grados, a veces no nos sentíamos del todo cómodos con ella, y ciertamente Roger [Taylor, el baterista del conjunto londinense] no se sentía muy cómodo con esa canción". Al parecer, a Taylor no le gustaba cómo sonaban los tambores en esa pista, ya que él prefería un sonido más tradicional, más cerca del rock fuerte que Queen solía entregarle a sus fanáticos.
“Realmente no quería que su batería sonara así, pero la idea fue apoyada por John y también por Freddie [Mercury], quienes se apasionaron brillantemente al pensar que tendríamos este sonido muy escaso y compacto para la batería y que todo sería muy sobrio”, sentenció el guitarrista nacido en el distrito de Hampton Hill.