El Festival Vive Latino regresa con 38 artistas a Zaragoza los días 8 y 9 de septiembre de 2023
Vive Latino, el Festival Iberoamericano de Cultura Musical por excelencia, regresará a Zaragoza en su segunda edición española los dias 8 y 9 de septiembre con un cartel repleto de artistas nacionales e internacionales.
Entre las 38 bandas que protagonizan el cartel de 2023 se encuentran Andrés Calamaro, Jorge Drexler, Juanes, M-Clan, Julieta Venegas, Viva Suecia, Loquillo, Los Fabulosos Cadillacs o Panteón Rococó. La cita cultural, que se celebra anualmente en México desde 1998, desembarcó en España por primera vez este 2022 y regresa de nuevo a la capital aragonesa.
En sus 22 ediciones, Vive Latino ha conseguido reunir a más de 2 millones de espectadores frente a sus escenarios en los que se ha podido disfrutar de las bandas más emblemáticas de la música iberoamericana e internacional, pero también de bandas emergentes que gracias al festival se han dado a conocer de manera masiva a un público sumamente variado. Porque si algo caracteriza a Vive Latino es la diversidad de estilos que conviven en él. Este mismo espíritu de convivencia de géneros, de artistas con carreras consolidadas y artistas emergentes, es el que regresará por segundo año consecutivo a Zaragoza.
La primera edición, que tuvo lugar este 2022, consiguió reunir a unas 34.000 personas de 40 nacionalidades distintas en el recinto Expo de Zaragoza, donde volverá a celebrarse en 2023. El espacio cuenta con más de 80.000 metros cuadrados, junto al río Ebro, y permite una amplia versatilidad de espacios. El pasado festival contó con 3 escenarios con propuestas constantes, diferentes zonas de restauración y zonas de ocio y descanso.
Los abonos para Vive Latino Zaragoza 2023 están ya a la venta en la web del festival.
La celebración de la Exposición Internacional 2008 Agua y Desarrollo sostenible, fue un evento de una importancia extraordinaria para la ciudad de Zaragoza. La transformación fue tan grande que nos atreveríamos a decir que después de la celebración de este evento, es una ciudad nueva.
La superficie del llamado meandro de Ranillas, así como las riberas del Ebro en esa zona, pasó de ser un espacio sin apenas utilidad para la ciudad, a convertirse en una zona verde, con vegetación de ribera, parques acuáticos, bares y restaurantes que suponen una zona de expansión y diversión para todos los habitantes.
En este espacio se llevaron a cabo construcciones que ahora son edificios emblemáticos, dignos representantes de esa ciudad moderna que mira siempre al progreso.