Guns N’ Roses acaba de confirmar su regreso a la Argentina para el próximo 17 de octubre en el Estadio Tomás Adolfo Ducó de Huracán. La banda encabezada por Axl Rose vuelve a Buenos Aires después de su última presentación en el año 2022. Las entradas estarán a la venta a partir del 23 de junio a través de AllAccess.
Esta será la novena visita del conjunto oriundo de Los Ángeles al país. Ahora, los Guns N’ Roses vuelven en el marco de su nueva gira titulada “Because What You Want & What You Get Are Two Completely Different Things”, con la que recorrerán también otros países de la región como Brasil, Perú, Colombia y Chile.
“Latinoamérica, ¡llegó la hora! 13 nuevas fechas se han añadido a la gira“, publicó la banda a través de su cuenta de Instagram, donde además recomendaron suscribirse a Nightrain -página dedicada al club de fans- para tener las primeras novedades sobre la venta de tickets.
¿Qué se puede esperar del show de Guns N’ Roses?
Salvo por reediciones, Guns N’ Roses no publica un nuevo disco de estudio desde el lanzamiento del polémico Chinese Democracy en 2008. Desde su regreso a los escenarios con parte de su formación original, la banda ha estado girando por todo el mundo interpretando canciones de toda su discografía hasta el momento, con alguna que otra sorpresa.
En general, y según los setlists de los últimos años, sus shows se caracterizan por una fuerte presencia de Appetite for Destruction, su álbum debut. Tampoco faltan temas de Use Your Illusion I y II, GN’R Lies y algunas versiones de otros artistas como “Knockin’ on Heaven’s Door” de Bob Dylan, “Live and Let Die” de Paul McCartney y “Slither” de Velvet Revolver.
Información general
Teléfono: 4942-1965
Capacidad: 48.314 espectadores
Dimensiones: 105 mts x 70 mts
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Historia
El 23 de abril de 1939 la Comisión Directiva del club adquirió el predio donde, desde 1924, el humo de La Quema se fundaba con la elegancia de los fanáticos de aquel tiempo, concurrentes del antiguo estadio de madera. Dos años después, durante 1941, se colocó la piedra fundamental y comenzó la construcción de la que, para la época, se trataría de una de las canchas más modernas y dotadas de comodidades, a cargo de los arquitectos Curuchet, Giraldez y Olivera. Ya en 1943, se presentó una maqueta y detalles técnicos del gran estadio y, el 10 de agosto de aquella añada, empezaron a levantarse las tribunas.
El proyecto era totalmente faraónico: estaban creando un gigante de cemento preparado para albergar a 116 000 espectadores. La prensa de ese momento lo rotulaba como el futuro «Estadio de América». E izando esa bandera se encontraba toda la falange escudada y distinguida por un Globo: miles de asociados aportaron sus granos de arena (tan literal como metafóricamente), bolsas de cemento, ladrillos, y otras «células» para alimentar al embrión que Huracán estaba originando en los arrabales de Parque Patricios, en un episodio comunitario que involucró a todos.
Finalmente, tras casi seis años de edificación, el domingo 7 de septiembre de 1947 este «Coliseo» del sur porteño abrió sus puertas para ser escenario de un clásico que arrastraba rivalidad desde la gloriosa década del veinte: Huracán – Boca, los dos más ganadores desde la orilla argentina de aquel inmejorable fútbol rioplatense. Fue una verdadera fiesta de las masas, que colmaron de quemeros cada rincón del viejo nuevo recinto. Pasillos, escaleras, tribunas y plateas.
Todo era un mar de gente. Incluso, hasta los techos de las antiguas cabinas de transmisión de la Tribuna (hoy platea) Miravé. Se vivió una fiebre popular blanca y roja como nunca antes. Es que, pese a saber del carácter polifacético que da vida a una entidad social y deportiva con implicancias de diversas índoles como lo es el Globo, hay un concepto que el inconsciente colectivo lo debe tener bastante claro: el corazón de Huracán no late en el mármol de la sede, sino en el césped del Palacio Ducó.
El resultado del cruce deportivo no hizo más que terminar de animar la celebración: fue un aguerrido 4 a 3 a favor de los locales. Los más que nunca bien llamados «locales»…