#OdioFacebook #03
Nicolás es @nicolasmadoery (1987). Especializado en diseño de estrategias para proyectos musicales, marketing digital y formación en gestión musical. Es fundador y director del sello discográfico Concepto Cero, co-director de la empresa de música 432 Hertzios y titular de cátedra de la materia Gestión de proyectos musicales de la Universidad Nacional de Quilmes.
Hoy Odio Facebook porque, en esto de lo digital y la posibilidad de comunicar un evento o un lanzamiento de una canción de manera masiva haciendo algunos “clics”, y de pensar que las redes sociales llegan a todo nuestro público, nos olvidamos de lo tangible, del mundo físico y de la calle. Buscamos que nuestro público, usuarios de las plataformas digitales, hagan un movimiento en el mundo real por un impulso en el mundo digital. ¿Es que esto alcanza? ¿Cuántos canales son necesarios para visibilizar lo que hacemos? ¿Es posible trabajar un plan de comunicación 100% digital, sin pensar acciones que afecten el mundo real, lo tangible o la calle?
Mi reflexión está lejos de ser original y novedosa, pero después de mucho pensar estoy seguro de que hoy tenemos que volver a la calle en la promoción de los proyectos musicales. Ocupar los espacios en donde nos movemos y donde se mueve nuestro público con alternativas creativas que ayuden a construir y a narrar nuestra historia, sobrepasando los medios digitales.
Porque ¿cuál sería la principal diferencia entre la comunicación en la calle hoy y hace 20 años? Entiendo que la presencia en “la calle” puede y debe ir más allá de “comunicar” algo concreto como una fecha, tal día en tal horario en tal lugar, o el día en el que sale un nuevo álbum (al que iríamos a buscar a la disqueria). Hoy la presencia en la calle es un complemento clave para la construcción de un relato. Para plasmar nuestra imagen en otro contexto, para sumar un contenido o para afirmar un concepto, y es ahí donde creo que hoy podemos hacer la diferencia. Podríamos llamarle Narrativas transmedias, pero hoy el recorrido y los canales para contar una historia son múltiples, y esto lo vemos en House of Cards, cuando nos hacen una pintada imitando los códigos políticos locales o regalando choripanes frente al congreso, hasta cuando JAY-Z ocupa una de las principales esquina de Time Square en Nueva York.
Me pregunto si este tipo de acciones solo quedan limitadas a los que “cuentan con recursos” o si podemos pensar intervenciones en escala en la instancia del proyecto que nos encontremos. ¿Podemos pensar que 20 afiches o un stencil son mucho más que nada? Y que, además, ¿cuánto contenido para lo digital nos puede dar pensar acciones en “la calle”?
Ahora, pedido. ¿Se copan en responder estas preguntas?:
¿Cuáles son las mejores promociones en vía pública que vieron? ¿Cómo esas campañas se vinculaban al digital?
Algunos espacios interesantes: