Tres exposiciones, dos galerías y un museo. Una artista estadounidense, un argentino y un español. Dos creaciones contemporáneas y una que data del 1800. En Indie Hoy, te invitamos a apreciar estas obras que, por más de ser muy disímiles entre sí, funcionan como posibles formas de entender la realidad. Sus ingredientes principales son los lazos familiares, las profundidades del ser y la crítica al poder.
Entre lazos de sangre y muros que arden, de Marina Berio en Galería Phuyu
Lunes a viernes de 15 a 19 h en Esmeralda 986, Retiro.
Tres series componen la primera exhibición de la artista neoyorquina en Buenos Aires. En ellas reinan lo desconcertante, las fotografías y los vínculos. Una línea quemada en la pared señala el recorrido. Marina Berio ha prendido fuego una cinta de dinamita en las paredes de la galería como parte del montaje. Esta conecta los trabajos de su serie The space in the mind in the body in the space a la vez que da cuenta del paso del tiempo. En este primer proyecto —premiado por la fundación Guggenheim—, Berio penetra en su proceso creativo a la vez que lo relaciona con aspectos de la dimensión material. Sus protagonistas son tanto el cuerpo y su estudio, como las ideas que cruzan por su mente. “Es una exploración sobre las interrelaciones entre las realidades anidadas de la actividad mental, la experiencia corporal y el espacio físico”, explicó sobre su proyecto en la inauguración.
Family matters presenta ocho fotografías impresas en su sangre. En lo que podría interpretarse como un aspecto ritual, la sangre de la artista es el material en que la imagen se ha materializado sobre su soporte. De esa forma, Berio eligió exponer su lugar de pertenencia en las escenas retratadas, que son juegos de lucha entre padre e hijo. Ella no participa de esas escenas de amor-odio, por ende, tampoco se encuentra bajo el lente de la cámara, mas no nos deja olvidar como espectadores que sigue siendo un eslabón imprescindible para que ocurran.
La muestra culmina con un video que intercala dibujos realizados en tinta sumi con angiogramas de las resonancias magnéticas que le hicieron luego de sufrir un accidente cerebro vascular. “Con este acto rítmico y recurrente, intenta sanarse generando un mapeo de las arterias que unen su corazón con su cerebro”, define Cristias Rosas, director de la galería.
Pulsión de sombra y luz, de Andrés Paredes en Cott Gallery
Martes a viernes de 14 a 19 h en Juncal 3575, Palermo.
Con Pulsión de sombra y luz, Andrés Paredes se aleja de sus formas más representativas y se interna en su mundo interior. Uno lleno de morfologías extrañas, naturalezas multicolores rodeadas de oscuridad. El artista argentino invita a dejarse llevar hacia ese mundo subterráneo que todos poseemos, para luego salir renacido.
El montaje nos acerca a una experiencia inmersiva sin elementos tecnológicos. En ella, reina la instalación creada por panales móviles en la que cada lado ha sido pintado por el artista. No solo estas pinturas se imponen por su gran tamaño (2,5 m x 1 m) sino que sus colores y juegos de texturas atrapan. Así logra condensar la búsqueda dicotómica presentada en el título de la exhibición. La obra fue compuesta por dos lados, uno de fondo negro y el otro blanco, dos caras de un mismo proceso. “Comprender que el exterior es un reflejo del interior y que para proyectar luz antes hay que sumergirse en la oscuridad, es una caída en ascenso”, afirma Agustina Rinaldi en su texto curatorial.
A su vez, a partir de los materiales elegidos, Andrés nos sitúa ante otros universos que lo componen. Por un lado, aparecen sus orígenes en la selva misionera con el uso de la tierra colorada, arcilla y tacurúes; por el otro, dicen presente elementos bien urbanos como el cemento, las mallas metálicas y cadenas de cobre. Gracias a su soporte móvil -los paneles han sido colocados sobre rueditas que permiten moverlos y organizarlos de múltiples formas- las posibilidades de apreciar la obra son infinitas. Pero el hallarse solo, en silencio, en el centro de lo negro, es indudablemente una experiencia abrumante por la que todos deberíamos atravesar para animarnos a cuestionar nuestros propios procesos.
Los disparates, de Goya en el Museo de Arte Español Enrique Larreta
Lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19 h, y sábados, domingos y feriados de 11 a 20 h en Av. Juramento 2291, Belgrano.
El trabajo de Francisco de Goya se ha expuesto un millar de veces, sin embargo esta vez, el Museo Larreta presenta piezas nunca antes vistas. Provenientes de una colección privada, Los disparates nos acercan a la forma en que tenía Goya de entender y ridiculizar la sociedad en la que le tocó vivir.
En esta serie de grabados impera el desconocimiento. No se sabe a ciencia cierta cuándo el artista las creó, en qué orden, la intención o el significado con el que las produjo, dejando así la puerta abierta al juego de las interpretaciones. Lo interesante, al recorrer la muestra entonces, es habilitar la intuición y dejarse llevar por las “escenas inquietantes, plenas de fantasía donde todo resulta ilógico y sorprendente”, en palabras de su curadora Patricia Nobilia.
El movimiento, los personajes típicos del momento y las escenas bizarras protagonizan las creaciones expuestas. Sus disparates fueron acompañados por estampas del acervo del museo, realizadas entre 1786 y 1824 y muy pocas veces puestas en exposición. En ellas, Goya da rienda suelta a sus opiniones y nos permite acercarnos —a partir de sus títulos—, a su forma de ver el mundo. Como sucede, por ejemplo con “Si es delincuente que muera presto” o “Tan bárbara la seguridad como el delito”.