En fotografía, se dice que lo más importante de una imagen muchas veces es lo que no se ve. El argentino Alberto Haylli llega a disputar esa noción: parece que no hay nada que se le haya escapado en Junín, la ciudad que lo vio crecer. Casamientos y morgues, partidos de fútbol y postales veraniegas, tragedias y celebraciones, niños y presidentes; desde 1930, y durante tres décadas, se encargó de testimoniar las costumbres que cimentaron una identidad.
El libro Alberto Haylli, fotógrafo, editado en noviembre de 2021 por el sello Ampersand, propone un recorrido por doscientas páginas de fotografías en blanco y negro, donde se grabaron nítidos los detalles que revelan cómo el desarrollo urbano fue ganándole terreno al campo argentino. Tres prólogos introductorios nos amplían un cuadro del protagonista. En uno de ellos, la propia hija de Alberto Haylli relata: “Lo veíamos vivir con la cámara sobre el pecho”. Un hombre que fue fotografía. Un hombre que frecuentaba todos los circuitos sociales y las esquinas de Junín hasta volverse invisible. Un hombre que utilizó su cámara de coartada para ingresar en vidas y volverlas eternas, capturando momentos de complicidad que solo puede concretar una figura que resulta familiar.
Al estar cerca de todos y conocerlos desde pequeños, Haylli tenía un lugar privilegiado para congelar tradiciones perdidas y emociones que consiguen eternidad con la potencia de la imagen. Desde la doma de caballos hasta la llegada del ferrocarril, el fotógrafo nos hace testigos de cómo el ritmo de la modernización convirtió las calles adoquinadas juninenses. Es esta dimensión histórica y el cuidado estético de los elementos de la imagen (composición, encuadre, luz) lo que permite concebir al fotoperiodismo y al retrato fotográfico como expresiones artísticas.
En el último tiempo, la obra de Alberto Hailly ha sido revisitada por investigadores y apasionados por la fotografía y la historia, desde un ciclo documental en Canal Encuentro hasta la inauguración de una muestra en el espacio ArtexArte (Lavalleja 1062, CABA), que expone más de 100 fotos y registros fílmicos que revelan su memoria. Alberto Haylli, fotógrafo se constituye como otro justo homenaje al ojo de un hijo de la comunidad, cuya popularidad llevó a que las vidrieras de su estudio fotográfico fuera un punto de encuentro de todo Junín. Ahora esas vidrieras y la historia cultural de toda una ciudad están a nuestro alcance.