El fotógrafo británico Derek Ridgers publicó en 2012 uno de sus libros más representativos: 78–87 London Youth, una obra que recopila fotografías de jóvenes que representaban diferentes sectores de la sociedad y que dejan constancia de lo agitadas e icónicas que fueron las décadas de los 70 y 80.
En una entrevista con The Face a principios de los 80, Ridgers dijo: “Como fotógrafo, me comporto como el observador casual y me quedo en las sombras. Cuando fui por primera vez a esas noches de martes en Billy’s (1978) era como entrar en una pintura de El Bosco, furtiva pero dinámica, decadente y reflejando en lo que andaban, y aún así con un sentido de unidad, una dedicación que nunca se ha igualado desde ese momento“.
En este libro se puede observar una actitud de época como también un fabuloso muestrario de estilo. Desde los punks a los góticos, hasta los casuales y los skin heads, las fotografías de Ridgers son un documento del eclecticismo, de las formas de expresión de una juventud explosiva viviendo una época al límite.
Sobre estos estilos habla el videógrafo John Maybury en el prólogo del libro:
“Los fans de Bowie se transformaban en punk, el que se había aburrido de la segunda ola del punk y el Oi, se transformaba en un andrógino y la perversión de lo que los medios apodaban New Romantic, donde el único denominador común era la violencia visual y el terrorismo estilístico. Chicos hermosos (la juventud es siempre hermosa) hacían todo para disfrazarse con sus mejores looks y para subvertir las convenciones de la moda y el estilo, e incluso de la belleza en sí misma”.
Sobre cómo cambiaron los tiempos -desde el momento en que tomó las fotos hasta que se publicó el libro-, el fotógrafo expresó: “Durante los 70 y 80, el 90% de la gente me decía que sí cuando les preguntaba si podía fotografiarlos, y el resto me ignoraba o me decía que no… no es tan así hoy. Probablemente, es el 30% el que dice que sí”.
Mirá algunas de sus fotografías a continuación.