Un grupo de científicos del Imperial College London y la National Gallery investigaron la obra “Virgen en las rocas” de Leonardo Da Vinci. El grupo dirigido por Pier Luigi Dragotti buscaba resabios de viejos bocetos detrás de la obra final que todos conocemos.
La obra data de 1483 y muestra a la Virgen junto al niño Jesús y al niño Juan Bautista. Pero detrás de la popularizada pintura hallaron un boceto que incluía alas y una posición diferente para la Virgen. La investigación fue impulsada por ciertas marcas que los investigadores percibieron en el lienzo y así se descubrió de qué trataba.
Con el uso de la inteligencia artificial -más específicamente con la tecnología de fluorescencia de rayos X macro (MA-XRF)-, se escaneó la obra y se descubrió un boceto inicial que el artista habría pintado previo a la obra terminada.
“Es realmente como buscar una aguja en un pajar”, dijo Dragotti. “Y podemos encontrar esta aguja de manera automática y efectiva exactamente porque sabemos que estamos buscando una aguja y no otra cosa.”
Además del boceto en sí, se llegó a la conclusión de que Da Vinci habría pintado con pigmento a base de zinc:
“Antes, recibíamos señales muy débiles del zinc dentro de la pintura debido a su superposición con otros elementos, pero el algoritmo nos ha dado más confianza en las señales relacionadas con el dibujo”, dijo la doctora Catherine Higgitt.