Para conmemorar el 85 aniversario del nacimiento de Alejandra Pizarnik, la gran poeta argentina, el Centro Cultural Kirchner realizó una selección de sus más icónicos poemas, que llegan acompañados por las palabras de Mónica Sifrim y las fotografías de Sara Facio. “Noche”, “Yo soy…”, “Lejanía”, “La última inocencia”, “Solo un nombre”, “La carencia” y “Las grandes palabras”, son algunos de los trabajos elegidos por la institución.
“Como la mayor parte de las poetas adolescentes de mi generación, comencé a escribir imantada por la poesía de Alejandra, procurando alejarme para no imitarla, releyéndola luego para descubrirle rasgos insospechados” afirma Sifrim, quien agrega:
“Con palabras familiares (agua, piedra, pájaro, noche), Pizarnik compone poemas que resultan máquinas misteriosas de relojería, jaulas deslumbrantes y perfectas. La sintaxis de los versos propone o promete resolver acertijos y entelequias”.
Pizarnik nació en Avellaneda en 1936 y se suicidó en Buenos Aires en 1972. Estudió Letras, Filosofía y pintura en el taller de Battle Planas y en 1955 publicó su primer libro de poemas: La tierra más ajena. Ya en la década del 60, la argentina vivió en París durante cuatro años, y esa experiencia resultó fundamental para su formación. Allí escribió artículos para la revista Cuadernos, publicó poemas, ensayos, críticas y tradujo a Antonin Artaud, Aimé Cesairé, Henri Michaux e Yves Bonnefoy. Además, conoció a Julio Cortázar, Aurora Bernárdez y Octavio Paz, entre otros.
Entre su obra destacan La última inocencia (1956); Las aventuras perdidas (1958); Otros poemas (1959); Árbol de Diana (1962); Los trabajos y las noches (1965); Extracción de la piedra de la locura (1968); Nombres y figuras (1969); El infierno musical (1971); Los pequeños campos (1971), El deseo de la palabra (antología, 1975); Obras completas (1994 – edición de Cristina Piña); entre otras.
“Pizarnik, amiga de Enrique Molina y Olga Orozco, había sido una de las integrantes más jóvenes del grupo ‘Poesía Buenos Aires’, que concebía la poesía como vida más que como oficio”, escriben desde el sitio oficial del CCK. Y agregan: “Es muy posible que todas las modulaciones diferentes de Alejandra Pizarnik sigan resonando por generaciones en la memoria poética y musical de sus agradecidxs y fervientes lectores”.
Más sobre los 85 años de Pizarnik en el sitio del CCK.