Hace un tiempo hablamos de Mike Mandel, un profesional oriundo de Los Ángeles que trabajaba fotografiando jugadores de baseball y recorría así el extenso territorio de los Estados Unidos junto a su novia Alison Woolpert. Debido a su trabajo, Mandel se veía obligado a pasar muchas noches en moteles baratos, y esas experiencias en lugares poco higiénicos, mal mantenidos y estructuralmente olvidados dispararon la idea de un proyecto que tenía como objetivo recorrer todos los moteles independientes que pudiera para fotografiarlos por dentro y por fuera.
En esta ocasión, volvemos a enfocarnos en la fotografía pero esta vez para hablar de Hugh Holland, quien en 1970 deambulaba por las calles de California con su cámara a cuestas, fotografiando a una serie de jóvenes skaters en acción. Debido a las grandes sequías que azotaban el sur de California, los niños y adolescentes aprovechaban las piscinas vacías y las zanjas de drenaje de la ciudad para tomar su patineta y realizar todo tipo de saltos y movimientos.
De esta manera, empezó a surgir una cultura alrededor del skateboarding de la mano de nombres como Peggy Oki, Jay Adams, Nathan Pratt, Chris Cahill, Bob Biniak, Tony Alva y Stacy Peralta. Este movimiento fue sumando cada vez más adeptos con el paso del tiempo, por lo que Holland decidió recorrer todos aquellos lugares donde la práctica comenzó a asentarse: Venice Beach, partes del Valle de San Fernando, San Francisco y Baja California.
En su libro, titulado Silver. Skate. Seventies, el fotógrafo recopiló imágenes nunca antes vistas de las primeras formaciones del movimiento del skateboarding. “En la década de 1970, el fotógrafo Hugh Holland capturó magistralmente la floreciente cultura del skateboarding contra un paisaje a veces áspero pero siempre soleado del sur de California”, reza el inicio de la sinopsis.
Y agrega: “Esta colección nunca antes publicada muestra sus fotografías en blanco y negro tomadas en patios traseros y calles asfaltadas. Este fue el lugar que inspiró a los legendarios skaters Dogtown y Z-Boys. Con su cabello rubio blanqueado, cuerpos bronceados, calcetines de tubo y Vans, estos jóvenes forasteros evocan los orígenes a veces imprudentes pero siempre estimulantes del estilo de vida y la cultura del skateboarding”.
Mirá un video adelanto de lo que se puede ver en el libro y algunas de las icónicas imágenes a continuación: