A Alfredo Srur siempre le interesó la fotografía como medio para poder manipular el tiempo, conservarlo. Habiendo trabajado para Página/12 y Perfil, empieza con la técnica analógica, antes de la irrupción de la era digital. Srur convive con aquellos a quienes retrata, para poder captar la esencia de esos rostros que dicen mucho en una sola mirada. Se propone fotografiar siendo parte de la propia cultura de gente que está en los márgenes del sistema (desde un integrante de una pandilla, hasta un ex convicto o personajes del mundo porno, como también jóvenes del gran Buenos Aires). No obstante, esta muestra no está articulada sobre la obra de Srur, sino que pone el foco sobre las imágenes que nos ha legado el fotógrafo norteamericano Harry Grant Olds, un impresionante documento de los primeros años del siglo XX con retratos de nuestras costumbres, los conventillos, cementerios, edificios públicos, los vendedores ambulantes (un pescador, un vendedor de tortas o de chorizos), las ferias y los mercados, las lanchas pescadoras, el campo, la naturaleza, la quema de basura en los bajos del barrio de Flores.
La muestra surge de una alianza entre el CIFHA (Centro de Investigación Fotográfico Histórico Argentino) y FoLa (Fototeca Latinoamericana), donde hoy se exhiben estas piezas que originalmente surgieron con fines comerciales. Olds viajó desde Estados Unidos, donde no era reconocido, en busca de prosperidad y luego de un breve pasaje por Chile, vino a instalarse en la Argentina. Sus fotos fueron utilizadas en postales y revistas de la época. Srur dio con esta colección que estaba arrumbada y olvidada y decidió rescatarla y restaurarla. Se trata de ampliaciones en papel gelatino-bromuro de plata desde negativos de vidrio de 20×25 cm. (gelatina de plata). Como lo destaca Srur, estas fotos captan la luz del 1900. Olds fue un pionero en salir del estudio e ir a retratar gente en la calle y sus imágenes muestran la sorpresa de la personas mirando a la cámara al ser fotografiadas por primera vez.
En cuanto al patrimonio arquitectónico, el registro de Olds es impecable y saca fotos de edificios que hoy ya no están como el Pabellón Argentino que fue una construcción encargada por nuestro estado para la Exposición Universal de París de 1889. Al terminar la exposición fue desmontado y trasladado a nuestro país. Fue montado en Plaza San Martín, donde funcionó como Museo de Bellas Artes desde 1910 a 1932 para ser finalmente demolido. Mirar estas fotografías es tomar conciencia de los errores que cometemos los argentinos en cuanto a políticas sobre un patrimonio valioso que deberíamos proteger.
La foto “Habitación particular en la quema de basura” llamó especialmente la atención de Srur que siguió los pasos de Olds para visitar esos terrenos del bajo Flores que hoy son las villas más populosas y conflictivas de Buenos Aires. Él volvió a tomar fotos y realizó una especie de puesta en abismo con la imagen inicial de Olds. Las fotografías muestran tal grado de detalle, que el joven fotógrafo argentino pudo extraer fragmentos, ampliarlos y hacer de ellos nuevas obras de arte.
También siguió los pasos de Olds al ir a visitar sus estudios en Sandusky y Mansfield, Estados Unidos, y recuperó el baúl norteamericano, donde pudo apreciar la otra parte de su obra. La muestra recoge también fotos vintage y hay algunas de las cuales no se conservan los negativos, solo las impresiones. La colección incluye autorretratos. Muchas de las imágenes de Buenos Aires que han recorrido el mundo son autoría de Olds. Él, un artista que con su lente captaba escenas locales, personas que ya no están, edificios que ya no están, nos muestra en su foto del cementerio congelado, un bloque de hielo que de alguna manera nos está hablando del poder de la fotografía al congelar también las presencias que se convertirán en ausencias. La del fogón en el campo adquiere un tinte casi fantasmagórico, donde los personajes se pierden bajo el fuego y la humareda.
Espejos de plata resulta un fiel registro de una época, un diálogo entre el siglo XXI y los comienzos del XX, entre dos miradas del mundo que son análogas. Es una muestra que toma nota de los contrastes en las grandes ciudades: la pobreza y la riqueza, lo suntuoso y lo precario, lo mínimo y lo grandilocuente. Olds trabajó como fotógrafo de la Sociedad Rural Argentina, y ha captado los cascos de las grandes estancias, pero también ha explorado los lugares más marginales, prestando su fino ojo a aquellos que podrían pasar inadvertidos. Haciendo visible lo invisible, el fotógrafo norteamericano que pasó más de cuarenta años en nuestro país, nos ha dejado un interesantísimo y enorme legado. Esta es la última semana para visitar la muestra que cierra el 4 de marzo.
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Espejos de plata, de Olds/Srur, se puede visitar hasta el 4 de marzo en FoLa (Godoy Cruz 2620, CABA) de lunes a domingos, de 12 a 20hs.