La relación entre las artes y el bienestar humano siempre fue un objeto de debate, pero ahora, al fin, la ciencia acaba de respaldar lo que muchos ya sospechaban: consumir arte y participar en actividades culturales tiene un impacto positivo en la salud física y mental. Así lo explicó un estudio realizado en el Reino Unido, el cuál demostró que el arte no solo enriquece la vida en términos emocionales, sino que también genera beneficios tangibles para la salud y la productividad.
La investigación, encargada por el gobierno del Reino Unido a través del Departamento de Cultura, Medios y Deporte (DCMS) en colaboración con Frontier y el Centro Colaborador de Artes y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en la University College London, logró cuantificar el impacto de las artes en la salud, revelando que las mejoras en la calidad de vida derivadas del consumo de cultura suman un valor estimado de 8 mil millones de libras anuales.
¿Qué dice el estudio?
Según los resultados, asistir a eventos culturales o realizar actividades creativas, incluso de forma ocasional, puede aliviar síntomas de dolor, depresión, fragilidad e incluso ayudar a reducir la dependencia de medicamentos. Matthew Bell, coautor de la investigación, destacó que la participación en actividades artísticas como el teatro, el ballet o la música en vivo está estrechamente vinculada con la mejora del bienestar y la reducción de problemas de salud mental. “Podemos valorar esos impactos en términos de menores costos para el NHS (Servicio Nacional de Salud), mayor productividad en el trabajo y mejora en la calidad de vida“, declaró.
Un aspecto interesante del estudio es su relación con el envejecimiento y la salud cognitiva. La profesora Daisy Fancourt, directora del centro de la OMS y coautora del informe, señaló que la participación en las artes tiene efectos protectores sobre el deterioro cognitivo, ayudando incluso a retrasar la aparición de enfermedades como la demencia. Además, explicó que el arte actúa sobre “las mismas vías neurológicas que los medicamentos, reduciendo el dolor, el estrés y la soledad, y promoviendo una mayor interacción social y función física”.
Los resultados del estudio
El estudio identificó 13 grupos de personas cuyas salud y bienestar mejoraron tras participar en actividades culturales, desde jóvenes adultos hasta mayores de 65 años. Por ejemplo, se reportó que aquellos que tomaron clases de dibujo en su museo local generaron un ahorro significativo en visitas médicas, además de sentirse más satisfechos con sus vidas.
De la misma forma, se descubrió que los jóvenes adultos que participaron en actividades artísticas, musicales o teatrales sentían un aumento en su felicidad y en el significado de sus vidas.
Chris Bryant, ministro de Industrias Creativas, Arte y Turismo del Reino Unido, celebró los hallazgos del estudio, destacando cómo el arte y la cultura no solo impactan en nuestra salud mental y física sino también en preservar el patrimonio cultural para garantizar que continúe enriqueciendo nuestras vidas en los años venideros (vía The Guardian).