Sobre la calle Marcelo T. de Alvear al 628, dentro de la galería Embassy, se esconde un tesoro nacional: la Fundación Federico Jorge Klemm, un lugar que reúne obras de arte moderno y contemporáneo, las cuales tienen un lugar privilegiado en la historia de las imágenes. Hablar de la fundación implica hablar de su creador, el icónico Federico Klemm, una figura que borró las barreras entre el arte y el público no especializado. Se consolidó como una destacada figura mediática de los años noventa gracias a El banquete telemático, un programa de televisión donde conversaba sobre objetos artísticos y cultura general. Con humor, ironía e irreverencia Klemm construyó un legado artístico apto para todo público.
En el 2022 se cumplen ochenta años del nacimiento de Klemm y veinte de su fallecimiento. Para conmemorar y honrar al célebre artista, la Fundación Klemm presenta el programa “Encantador de la noche. Federico Klemm 1942-2002”. Con curaduría de Federica Baeza, Guadalupe Chirotarrab, y Santiago Villanueva, el homenaje se divide en tres episodios en los cuales se exhibirán sus fotopinturas y fotocollages, objetos, documentos de archivo, mobiliarios y una selección de piezas de su colección. Actualmente se puede ver el segundo episodio titulado “El cisne en llamas”, dedicado a explorar su amistad con la artista Mildred Burton.
La fundación Klemm fue creada en 1995 con el objetivo de promover diversas expresiones de arte contemporáneo y darle un lugar a los jóvenes artistas que buscan insertarse en el medio artístico. Además cuenta con una colección de 760 obras de arte argentino e internacional del siglo XX: Andy Warhol, Roberto Aizenberg, Nan Goldin, Oscar Bony, Mark Chagall, Giorgio De Chirico, Lucio Fontanos y muchos otros. A su vez también se conservan las obras del propio Klemm, quien supo ser cantante lírico, pintor, fotógrafo y performer.
Klemm era un amante del arte clásico, pero siempre estaba atento a las innovaciones que sucedían a su alrededor. Cuando el videoarte estalló en la Argentina de los noventa, lo abrazó con gran fascinación. Lo mismo sucedió con las fotografías intervenidas. Cualquier objeto que se cruzara en su camino podía derivar en collages sobre astrología, religión y fantasía.
Esta capacidad de aggiornarse a los cambios de época también se ven reflejados en su colección: prendas, fotografías, pinturas, cerámicas, cristales y esculturas. Si uno quiere aprender sobre la historia del arte mundial tiene que recorrer la fundación como si cada pared o espacio fuera la página de un libro. No hace falta viajar a un museo europeo, en la fundación se pueden encontrar obras de Pablo Picasso o del mismísimo Warhol. Con entrada libre y gratuita se accede a un patrimonio que abarca gran parte del siglo XX.
A lo largo de su existencia, la fundación ha realizado centenares de exposiciones dedicadas a reflexionar sobre el arte argentino y brindar un mapeo de la escena artística. En 1997 se creó el Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales, en el cual dos obras premiadas ingresan a la colección patrimonial cada año, como modo exclusivo de adquisición, conformando a lo largo de ya 25 años una extensa sección de arte argentino contemporáneo. Todos los años se presentan jóvenes de diferentes regiones del país y la convocatoria es una instancia obligada para avanzar con sus carreras.
La Fundación Klemm es una joya entre las instituciones culturales de la ciudad de Buenos Aires. Su patrimonio es sinónimo de la naturaleza pedagógica de la misión de Federico: extender su pasión y desenfreno por el arte hacia todos los lugares posibles y a la mayor cantidad de personas. Recorrer sus salas implica ser testigo de imágenes de todo tipo, algunas incluso exceden a las categorías artísticas. Más que contener obras, la fundación despliega fenómenos visuales. Quien se anime a entrar conocerá un poco más a Federico Klemm, una persona que dedicó su vida entera a investigar los secretos del arte, la belleza y la fama.