La artista y teórica alemana Hito Steyerl describe al mundo en que vivimos como una especie de esfera líquida e inmaterial donde toda la información está interconectada y circula en el tráfico de una suerte de capitalismo audiovisual. Es decir, las imágenes que habitan la realidad no andan libres de aquí para allá sin ninguna intención, sino que tienen fines específicos asociados a los poderes económicos, políticos y de agenda por parte de los medios de comunicación. El infinito flujo de data que navega por la internet puede ser controlado y manipulado. A su vez, Steyerl afirma que la imaginación es el único elemento capaz de resignificar las imágenes, darles un valor que trascienda su carácter instrumental y restaurar lógicas colectivas y de afectos que puedan modificar el mundo.
Además del uso de computadoras, inteligencia artificial y otras herramientas digitales, el dúo chileno Hypereikon tiene un elemento clave que sirve de norte para su práctica artística: la imaginación, esa posibilidad de la mente para pensar las cosas y modelarlas a su parecer. A lo largo de toda su carrera, este proyecto experimental integrado por María Constanza Lobos y Sebastián Rojas analiza las lógicas de construcción y circulación de las imágenes y propone un encuentro no tan diferenciado entre aquello que se entiende como “lo real” y “lo virtual”.
Con un énfasis puesto en una estética latinoamericana, el grupo desarrolla diversas performances, proyecciones audiovisuales, obras de arte NFT y piezas musicales inspiradas en los imaginarios de la naturaleza y su hibridación con la tecnología. Esta semana presentarán por primera vez un show audiovisual en el marco de la sexta edición de Mutek, uno de los festivales más relevantes de arte digital y electrónica que tiene reconocimiento a nivel global y desembarcó en Argentina en el 2017.
“Lo que vamos a proponer para Mutek es arriesgado -afirma Constanza en diálogo con Indie Hoy-. El show focaliza en una narrativa sobre perspectivas no humanas, desde un mundo de insectos, animales y elementos que van más allá de nuestra especie. Es una invitación a tener en cuenta estas perspectivas y explorarlas de manera conjunta con el público y ver cómo esa naturaleza propia de la materia digital puede tomar forma en un show de 30 minutos”.
La obra que será estrenada en el festival fue creada exclusivamente con técnicas generativas, inteligencia artificial y es el resultado de una investigación que el dúo viene desarrollando desde hace meses. Sonidos envolventes, formas que se arman y se desarman en segundos e imaginarios y texturas provenientes de la biodiversidad son algunos de los elementos que pueden aparecer en el show.
Hypereikon se formó en el 2018 cuando Constanza y Sebastián estudiaban la carrera de artes sonoras en Valdivia, en la región sureña de Chile. Además de enamorarse, rápidamente se pusieron a practicar en su performance en vivo y a estudiar en profundidad las artes generativas, aquellas creaciones que se generan de manera total o parcial por un sistema que involucra el lenguaje de la programación y los algoritmos. Al principio eran una banda que miraba con buenos ojos el carácter de diseño y visualidad que tenían algunos grupos de música electrónica.
Con el paso del tiempo, y la tendencia de las artes digitales a hibridar los diferentes medios de producción, el dúo entendió que lo suyo era el modelado de una obra que contuviera varias capas de sentido, desde la investigación por cómo se producen las imágenes y su circulación en Internet, la influencia del sonido en sus diversas variables, hasta la puesta en escena de una filosofía mutante, un manifiesto artístico que critica el especismo y el biologicismo. Una forma de conocimiento que cuestione el lugar central del ser humano y que exponga el carácter relacional de las entidades que habitan este mundo.
A lo largo de su carrera, el dúo ha desarrollado una serie de imágenes que se preguntan por la imagen misma, por los discursos que enaltecen y por aquello que invisibilizan o dejan de lado. Cuestionan su rol en la cadena de producción de sentido que gobierna al mundo, para así formar una práctica artística que no solo involucra la creación, sino que priorice la puesta en común de una corriente de pensamiento, una forma, ya no de usar, sino de habitar la tecnología y cruzarla con la realidad supuestamente analógica.
Hypereikon ofrece al mundo obras de arte que quieren mezclar conceptos, generar situaciones de intriga y confusión, no dar por sentado una estética homogénea para con el arte digital y expandir las capacidades de interpretación, tanto de los espectadores, como de las herramientas que utilizan, ya sea computadoras, programas, escultura 3D, pantallas y diversos dispositivos tecnológicos. Lejos de pensar una idea de poder, el dúo se posiciona en la potencia de las imágenes. La potencia abre el juego a la imaginación, a todo aquello que puede ser, a ese lugar de indefinición previo a un estallido conceptual, a un desborde de las formas. El poder cierra sentidos, limita las formas, excluye y oprime interpretaciones.
En las piezas de Hypereikon hay un carácter utópico que remite a los artistas de las neovanguardias latinoamericanas de los años 60. En especial a Lygia Clark y Helio Oiticica, dos artistas brasileños dedicados a investigar la percepción y las cualidades “no objetuales” del arte. La idea era crear una cultura artística que pusiera en pausa al objeto para priorizar una dimensión participativa y colectiva que pudiera involucrar a los pobres de las favelas, a los trabajadores, a los curiosos que no pasaron por un museo, galería o una academia de arte. Algunas de estas premisas operan en el dúo chileno. En sus piezas existe una fuerza que va más allá de sus procedimientos y que busca evocar un mundo mutante y repleto de hibridaciones. Un mundo que busca ser consciente de sus impurezas para revalorizarlas.
La palabra Hypereikon proviene de la etimología de la hierba de San Juan: Hypercum perforatum, que significa “más allá de la imaginación” o “más allá de la imagen”. Estos significados podrían condensar la misión del colectivo: observar al mundo y utilizar sus herramientas con imaginación. Crear y pensar a las imágenes en relación a eso que no dejan ver, al velo que oculta su naturaleza múltiple y relacional. Hacer de Internet un umbral y nunca una puerta.
Hypereikon se presenta el jueves 3 de octubre a las 20 h en Artlab (Roseti 93, CABA) en el marco del programa Play 1 del festival MUTEK.AR junto a C03ra, Bruma, Sophos, Vanesa Massa, Piezo y Carlos Alfonsín. Entradas disponibles a través de la web de Artlab.