Matthew Abbott es un fotoperiodista que ha tenido mucho reconocimiento en estas semanas gracias a sus postales de los voraces incendios en Australia. Una de sus fotos en particular se ha convertido en la más representativa de ese desastre ambiental que ha cobrado la vida de aproximadamente un millón de animales, incontables hectáreas de vegetación y más de 20 personas.
De acuerdo con National Geographic, durante el 1º de enero Abbot fue contactado por un editor de The New York Times para que le envíe en alta calidad su foto de un canguro escapando de las llamas.
Por suerte, Abott accedió al pedido y dicha imagen no solo fue replicada por el diario neoyorkino, sino que fue usada por medios de otros países y compartida por figuras ambientalistas como Greta Thunberg y Leonardo DiCaprio. Así, la foto se convirtió en su obra de mayor popularidad en 14 años de trayectoria. Matthew habló un poco sobre su trabajo en una publicación de Instagram:
“Mi último día de la década se sintió como el apocalipsis. Estuve cubriendo los incendios en Australia durante las últimas seis semanas, pero hasta el momento no había visto nada como el incendio que ayer azotó al pueblo de Conjola.”
La foto que se hizo famosa fue justamente tomada en la comunidad de Lake Conjola por Abbott con su cámara Nikon D5. Él llegó al sitio al mismo tiempo que decenas de habitantes huían de la zona despavoridos por el fuego. Matthew de inmediato trató de ayudar a los vecinos a despejar el camino.
En medio del caos, vio a un canguro que cruzaba aterrorizado en frente de una vivienda. Al respecto, el fotógrafo comentó ante National Geographic: “Hubiera sido más seguro que el animal corriera en la dirección contraria, pero me pasó por enfrente mientras se dirigía hacia la casa.”
Luego señaló que el canguro esquivó el edificio y continuó con su escape, visiblemente desorientado por las llamas. Esa desesperación fue precisamente lo que hizo que el retrato se viralizara al representar el sufrimiento de todo un país a causa del cambio climático.
Por otra parte, Abbott confesó que ha perdido peso y desarrollado problemas respiratorios desde que empezó a cubrir tales incendios. No obstante, dijo que no piensa abandonar su labor porque es crucial comunicar ese desastre para generar conciencia ambiental.