arteba es una de las ferias de arte contemporáneo más importantes de Argentina y Latinoamérica. Este año cumple 30 años y lo celebra con un gran evento presencial que reunirá a artistas, galerías y coleccionistas de todo el país. Desde el 3 al 7 de noviembre se podrá visitar en su nuevo espacio, el Arena Studios, ubicado en La Boca. Conversamos con Lucrecia Palacios, directora ejecutiva de la Fundación arteba sobre la nueva edición de la feria y todos sus desafíos.
¿Cómo funciona arteba y cuáles son sus objetivos?
arteba es una fundación sin fines de lucro creada en 1991. El objetivo es colaborar con el desarrollo del arte argentino y una de sus acciones principales es la feria de arte contemporáneo donde participan todas las galerías del país y de otras regiones de Latinoamérica. La feria funciona como un gran lugar de reunión donde las galerías exhiben a sus artistas, las obras y se encuentran con diferentes tipos de públicos: coleccionistas, compradores, curadores, críticos especializados y prensa, entre otros. La feria es una de las cinco más visitadas de Latinoamérica, es un espacio de encuentro único en la agenda de la ciudad de Buenos Aires entre las personas no especializadas y el arte contemporáneo. Ese otro de los objetivos de la feria: acercar el arte a nuevos tipos de públicos.
¿Qué podemos esperar de esta nueva edición de la feria?
Esta es una edición muy especial, celebramos los 30 años de la creación de la fundación y uno de nuestros objetivos principales fue volver a la presencialidad después de 18 meses sin la feria. Queremos poder restaurar un clima de optimismo y de reencuentro con las obras, algo que no es menor en el contexto que estamos atravesando. La feria quiere vincularse con los artistas y generar espacios de diálogo que permitan una dinamización del mercado. Buscamos generar oportunidades tanto para coleccionistas como para aquellos que se acercan por primera vez al espacio y quieren comprar una obra de arte. Otra razón que vuelve especial a la feria es que cambia de lugar. En los años 90 se hacía en el Centro Cultural Recoleta, luego la feria creció y se trasladó a La Rural. Este año se hace en La Boca, un espacio con una tradición artística muy grande, lleno de talleres de artistas, galerías e instituciones afines. Esta feria aspira a ser completamente federal y este año tenemos un 20% de galerías que no son de Buenos Aires, eso nos pone muy contentos.
El arte contemporáneo tiene fama de ser difícil de apreciar o de generar rechazo en el público. ¿Es necesario ser especialista para disfrutar del arte?
Hay mucha gente que durante el año no visita galerías o museos, pero sí recorre la feria. Esto la convierte en un lugar donde las personas tienen un contacto directo con los artistas y pueden dedicarse a preguntar y conocer más de este mundo. Personalmente creo que no hay que ser especialista para disfrutar del arte contemporáneo. Yo puedo disfrutar de un partido de fútbol sin la necesidad de saber los nombres de los jugadores, o desconociendo las reglas del juego. Fijate que durante la pandemia se vendieron muchísimos libros. No es una cuestión de falta de acceso o de dificultad con la literatura contemporánea, se trata de tener tiempo. El arte o la cultura en general lleva tiempo y muchas veces, en esta vida desquiciada que tenemos, no nos hacemos un lugar para encontrarnos con las obras de arte. Una vez que nos hagamos ese espacio podremos vincularnos con el arte contemporáneo y ya no lo vamos a ver como algo para especialistas. En la medida que las personas se involucren con el arte, más cosas nuevas van a ir descubriendo. Desde los museos, las galerías y la feria tenemos un desafío en común, que ninguna institución puede cumplir por sí sola: crear situaciones de encuentro, entusiasmo y vínculo entre el público no especializado y los artistas, los curadores y, por sobre todo, las obras.
¿Cuál es el vínculo de la feria con los artistas jóvenes?
arteba siempre funcionó como una vidriera muy importante del arte más reciente, de lo que se hace en la actualidad. No solo mediante las galerías, hace más de una década tiene un espacio dedicado especialmente a los proyectos más jóvenes, algunos en formato de galería y otros no. El espacio se llama “Factor” y tiene más de 18 proyectos artísticos de artistas que están empezando su carrera y exponen por primera vez sus propuestas al público. Las propuestas no solo presentan a artistas jóvenes sino que se distinguen por la forma diferente para exhibir los proyectos. Se rompen los parámetros de la curaduría más tradicional y se pone a la obra en un contacto directo con los visitantes. El rol de los artistas jóvenes o mejor dicho, de los artistas vivos, es central. La feria se piensa como un espacio donde la comunidad artística pueda participar con sus obras, pero también tener un contacto directo con el público. En esta edición es muy importante señalar que veremos un enorme panorama de artistas jóvenes que no son de Buenos Aires.
¿Hay actividades abiertas al público?
Hay una serie de programas artísticos curados por artistas que se extienden por fuera de la feria y tendrán lugar en las calles de La Boca. Tendremos un ciclo de performances a cargo de Diego Bianchi, conferencias a cargo de Marcela Sinclair donde invita a artistas y teóricos a repasar algunas discusiones actuales del arte contemporáneo y un ciclo que explora la relación entre las artes visuales y la música a cargo de Guadalupe Chirotarrab, especialista en el tema. Todas las actividades son gratuitas y aptas para todo público. También tendremos una tienda de objetos curada por Irana Douer donde se puede comprar tazas, remeras y otros elementos creados por artistas. Son objetos a precios accesibles y la idea es apoyar la economía de los artistas y fomentar la compra entre un público con menor capacidad adquisitiva. También está la Isla de ediciones, la sección de publicaciones que lleva adelante arteba y Fundación Proa. Este año todas las publicaciones invitadas serán curadas por la artista Clara Esborraz con un claro criterio federal. Además hay una sección dedicada a obras de arte audiovisuales curada por Julieta Tarraubella.
Para cerrar, ¿cuáles son los imaginarios que proponen las obras de los artistas hoy en día?
Los artistas son interesantes y siempre están creando y vinculando imágenes sobre lo que vivimos. Creo que es un momento de diversidad absoluta y veo una renovación de personas. Los dos años de pandemia aceleraron muchísimo la presencia de nuevas imágenes en el sistema del arte, imágenes de las que todavía no podemos decir mucho o no nos alcanzan las palabras. Hoy gran parte de los artistas tiene una relación fuerte con la historia del arte y hay una recuperación de artistas del pasado. Los volvemos a ver y reaparecen en las obras de los artistas contemporáneos. También se está creando una nueva historia del arte no canónico mediante las poéticas de los cuerpos, la idea del ritual y la magia o la recuperación de tradiciones artesanales. Muchas veces las obras nos proponen abandonar el lenguaje articulado con el que hablamos y nos invitan a pensar de otra manera, con otros sentidos o por fuera de la palabra. Esto hace que el arte contemporáneo nunca se agote en los temas mencionados y tenga miles de líneas de investigación.
arteba 2021 puede visitarse del 3 al 7 de noviembre en Arenas Studios (Av. Don Pedro de Mendoza 965, CABA). Entradas disponibles a través de la web de la feria.