Hace un tiempo hablamos del trabajo de Brian Bowen Smith, un fotógrafo oriundo de Los Ángeles que el año pasado decidió registrar la realidad estadounidense en plena cuarentena. A bordo de una camioneta Ford de 1958, el artista tomó su cámara Leica M10 Monochrom y decidió emprender el viaje con una sola condición: todas las imágenes debían ser tomadas desde la ventana de su coche. De esa manera, el fotógrafo se embarcó en una aventura que culminó con más de 100 fotografías compiladas en un libro titulado Drivebys.
En esta ocasión volvemos a enfocarnos en la fotografía, pero viajamos en el tiempo para repasar el trabajo de Mike Mandel, un profesional oriundo de Los Ángeles que trabajaba fotografiando jugadores de baseball y recorría así el extenso territorio de los Estados Unidos junto a su novia Alison Woolpert. Debido a su trabajo, Mandel se veía obligado a pasar muchas noches en moteles baratos.
Estas experiencias poco agradables en lugares poco higiénicos, mal mantenidos y estructuralmente olvidados dispararon la idea de un proyecto que tenía como objetivo recorrer todos los moteles independientes que pudiera para fotografiarlos por dentro y por fuera: las habitaciones, las piscinas, la arquitectura… postales de lugares venidos a menos.
“A menudo agarrábamos las carreteras traseras, a veces seguíamos la antigua ruta 66, y encontrábamos esos moteles tristes y abandonados que habían sido desplazados por las nuevas cadenas corporativas situadas justo al lado de una rampa de salida en las carreteras más nuevas”, narra el propio Mandel, quien capturó una gran cantidad de edificios a lo largo de sus viajes.
Mirá las fotografías a continuación y leé más sobre este proyecto en el siguiente enlace.