Tiradas en la calle al lado de un contenedor de basura, esparcidas junto a algunos restos de comida, o en el medio de la vereda, solas y relucientes. La nostalgia y la soledad se imprimen en las fotos. Están por todas partes, en todas las ciudades, en todas las calles, esperando que alguien les eche una mirada y las rescate de su desazón. Negativos Encontrados es un colectivo fotográfico que rescata del olvido las fotos que, por diversos motivos, terminan en la calle como basura.
El grupo está integrado en su mayoría por fotógrafos, como así también por diseñadores, historiadores, dibujantes y aficionados a la fotografía. Jimena Almarza y Gabriela Parborell fueron las encargadas de su fundación allá por el 2012. Al principio lo integraban sus amigos y conocidos y hoy cuenta con más de 25 mil personas que aportan sus hallazgos.
“Se dice siempre que uno muere dos veces: una primera vez, y una segunda cuando alguien encuentra una fotografía tuya y ya no sabe quién eres”, dice la frase de Christian Boltanski que el proyecto toma como bandera. Jimena cuenta que la idea surgió cuando compró una cámara por internet y descubrió que había un rollo en su interior. Decidió revelarlo y encontró fotos que parecían haber sido tomadas por un nene. Había fotos movidas, de perros y hasta una selfie analógica.
“Sabía que había más gente que recolectaba fotos y quise reunirlas en el grupo para poder descubrir las historias, encontrar a sus autores”, dice Jimena. “Nos sentimos identificadas con las fotos borrosas, con los errores, con las fallas, con las fotos perfectas no tanto”. Las fotos encontradas en la calle generan una nostalgia ajena que se confunde con la propia. El reconocimiento personal en una intimidad desconocida, la soledad de los momentos desechados y la incertidumbre de no saber quiénes son esos personajes, sus autores y por qué se deshicieron de sus recuerdos plantean incógnitas difíciles de responder.
Desde la creación del grupo hasta hoy han realizado exposiciones y hasta un libro llamado Vacaciones que en 2015 fue seleccionado para exponer en la Feria de Libros de Fotos de Autor (FELIFA) y preseleccionado para el Fotolibro en Latinoamérica del Centro de Fotografías de Montevideo (CdF) de este año.
Aunque parezca puro azar, hay diversas variables para encontrar fotos en la basura. Es más frecuente en la Capital o las grandes urbes por la cantidad de habitantes y desechos generados. Después le sigue el Gran Buenos Aires, aunque con mucha menos oferta. “Los domingos son los días que más fotos se encuentran porque las familias hacen limpieza en sus casas”, agrega Jimena.
Fotos de desnudos, edificios, caras antiguas, recuerdos de viajes, selfies, retratos familiares, y hasta de macumbas. Los hallazgos varían muchísimo y se renuevan día a día en el grupo de Facebook y en las redes. Una de las imágenes más famosas encontradas por el colectivo es la de Luca Prodan cantándole a un nene en una plaza. Esas instantáneas las halló Alejandra Santillán en 2014 dentro de una bolsa de basura en Pumacahua y Rivadavia. En aquel entonces hasta el propio hermano de Luca, Andrea, dio fe de que eran de su hermano: “Deben ser de 1986, pero parecen de hace dos horas”.
Sus fundadoras dicen que tendremos como máximo diez años más de fotos físicas para encontrar. Después, la tecnología habrá acabado con ellas. Para colaborar con el proyecto pueden hacerlo en el grupo Negativos Encontrados de Facebook o visitar negativosencontrados.tumblr.com.
Trasciende los sentidos fotográficos y se siente poético. Cambia el destino de los recuerdos despojados y los convierte en marcas anónimas y colectivas. Negativos Encontrados es la salvación de los momentos que se encaminaban al olvido y que ahora perdurarán en el tiempo. La próxima vez que salgan a la calle no duden en ojear la basura.