Hace más de seis décadas, un chatarrero italiano, Luigi Lo Rosso, encontró un lienzo enrollado en el sótano de una villa en Capri, isla de la Bahía de Nápoles, Italia. Este hallazgo, insignificante en su momento, resultó ser una obra de Pablo Picasso que podría alcanzar un valor millonario de seis millones de euros.
Luigi solía buscar objetos de valor en casas abandonadas para revenderlos en su negocio familiar en la localidad italiana de Pompeya. En 1962, su entrenado ojo lo llevó a descubrir una pintura asimétrica que representaba a una mujer. Esta obra, que permaneció colgada en la casa familiar durante décadas, fue revelada como una imagen distorsionada de Dora Maar, la fotógrafa y poeta que fue amante del artista en cuestión.
Según consignó CNN, Andrea Lo Rosso, hijo de Luigi, recordó que su padre no tomó consciencia de la importancia de la firma que aparecía en la esquina superior izquierda del lienzo. La pintura fue enmarcada de manera simple y usada como una típica decoración de un hogar familiar.
Fue en la década de 1980 cuando Andrea comenzó a indagar sobre la posible autenticidad del lienzo, al encontrar una obra de Picasso en un libro de texto. A pesar de que muchos historiadores de arte la consideraron una imitación, la familia decidió registrar la pintura en la policía patrimonial de Italia para protegerla.
La validación de los especialistas
Desde 2019, la obra estuvo en una bóveda en Milán. Recientemente, Cinzia Altieri, grafóloga del Tribunal de Patrimonio de Milán, certificó la autenticidad de la firma, al llevar a cabo exhaustivos análisis comparativos y forenses que ratificaron la legitimidad plena de la obra.
Según cálculos, la creación del pintor español podría alcanzar un valor de alrededor de 6 millones de dólares. Si se logra el reconocimiento de la Fundación Picasso en París, su costo incluso es posible que se duplique, lo que abriría la puerta a una subasta en honor a Luigi, quien siempre soñó con la aprobación de esta obra maestra.
“Por las historias de papá sé que del vertedero de Capri se recuperaron dos lienzos, pero solo uno estaba firmado por Picasso. Ambos estaban cubiertos con tierra y cal y mi madre los extendió y los lavó con detergente, como si fueran alfombras”, rememoró en diálogo con CNN.
El reconocido escultor, considerado uno de los artistas más influyentes del siglo XX, produjo más de 14.000 obras y la fundación recibe cientos de mensajes al día de personas que afirman poseer un original. El “Busto de mujer” (retrato de Dora Maar) fue pintado en 1938 y robado del yate de un jeque saudí en 1999 antes de ser encontrado 20 años después.