Jack Nicholson es una de las figuras más relevantes del cine contemporáneo. El actor estadounidense se caracteriza por su gran versatilidad, que lo ha llevado a protagonizar películas de diversos géneros como policial negro en Barrio chino, terror en El resplandor, comedia en Alguien tiene que ceder, drama en Atrapado sin salida y más.
En su prolífica carrera como actor -que comenzó a finales de la década del 50-, trabajó con grandes directores, obtuvo 12 nominaciones a los premios Oscar y ganó tres estatuillas. Además, como la mayoría de los intérpretes de Hollywood, ha mostrado un gran interés en la cinefilia.
En una entrevista con Entertainment Weekly, Nicholson habló de dos películas que considera fundamentales para cualquier cinéfilo. Sorprendentemente, dejó de lado los clásicos canónicos y optó por películas de culto y consideradas art house. “Hay ciertas películas -como The Music Room o Il Posto de Olmi- que si no las has visto, no has visto películas, lo mejor de ellas”, declaró.
The Music Room (1958)
The Music Room es una película india dirigida por Satyajit Ray. La historia se sitúa a principios del siglo XX y la sinopsis adelanta:
“En un palacio de Bengala, un terrateniente, al oír la música de la fiesta que celebra su arrogante vecino con motivo de la iniciación de su hijo, recuerda el gran recital que organizó con motivo de la de su propio hijo, así como los importantes acontecimientos que sucedieron después en su vida”.
Il Posto (1961)
Il Posto es un film dirigido por Ermanno Olmi y es considerado uno de los más grandes largometrajes italianos de todos los tiempos. La sinopsis reza:
“Una gran empresa hace una convocatoria pública para cubrir varios puestos de trabajo. Al llamamiento acuden muchos jóvenes, entre ellos Domenico, un muchacho de provincias que se queda prendado de Antonietta, otra aspirante. Los dos se despiden con la esperanza de encontrarse de nuevo como empleados de la empresa. Ambos son seleccionados, pero a Domenico le asignan el puesto de ayudante de conserje, y los diferentes turnos y tareas les impiden volver a verse. La vida transcurre entre la monotonía y las pequeñas contrariedades cotidianas hasta que, por fin, se produce el reencuentro”.