Halloween invita a algunos a disfrazarse y pedir golosinas, a otros a sacar el patriotismo empolvado y despotricar frente a esta fecha. A nosotros nos sugiere una maratón de cine de terror, para engordar frente al televisor y taparse la cara con la manta. Así que armamos una lista de veinte películas de distintas épocas para que este 31 de octubre recorras todos los subgéneros y épocas que nos ha dado el terror.
Clásicos y no tan clásicos, de culto y pochocleras, estas son las veinte películas que te recomendamos ver (o rever) en estos días llenos de monstruos por todos lados. Textos por Julieta Aiello y Javier Páez.
Psycho
1960 – Alfred Hitchcock
El film más popular del maestro del suspenso, Alfred Hitchcock, resulta una pieza indispensable para una maratón de terror. El icónico Norman Bates y su eterna madre, la tenebrosa casona, la increíble presencia de Janet Leigh y la memorable “escena de la ducha” hacen de esta película un clásico incluso para quien no la ha visto. Estos recursos junto con muchos otros se erigen como fundadores para el cine de terror y forman una película más que sólida, con una historia de base psicológica que forja el carácter dual Norman, y lo convierte en uno de los personajes más celebrados del cine y en influencia directa para otros posteriores como Hannibal Lecter. Psicosis no es sólo una gran película de terror sino también un hito de la controversia, siendo muy escandalosa para la época en cuanto al sexo y la violencia; una cinta que definitivamente cambió el cine en general y en especial el terror y sus subgéneros, convirtiéndose al mismo tiempo en un ícono de la cultura pop. J.A.
Rosemary’s Baby
1968 – Roman Polanski
Roman Polanski juega con el Diablo y con los cultos asesinos en esta película de fines de los ‘60 que parece haber estado maldita y que despertó gran alboroto luego de su estreno y por varios años más, creando un verdadero mito alimentado sobre todo por el asesinato de Sharon Tate, esposa de Polanski que transitaba sus últimos meses de embarazo; el asesinato se le atribuye a la “Familia Manson”. Resulta completamente incomprobable si el director polaco hizo un pacto con el diablo o éste fue su castigo por meterse con las fuerzas del mal o ninguna de las dos. Lo que sí sabemos es que Rosemary’s Baby es un film indispensable para una noche traumática, porque lo contiene todo: una gran historia, una Mia Farrow imperdible entrando en el apogeo de su carrera, escenas perturbadoras y un gran manejo del horror y terror psicológico. J.A.
The Exorcist
1973 – William Friedkin
O simplemente “la película de terror”. La nodriza del miedo. La que sin inconvenientes traspasó generaciones para poner los pelos de punta y atragantarse con el pochoclo. Con una Linda Blair a la altura del film, y un Max Von Sydow gigantesco, no sólo para espantar demonios, sino para demostrar que con tan sólo un gesto, una mirada, se dice absolutamente todo. – J.P.
The Texas Chainsaw Massacre
1974 – Tobe Hooper
El sur de los Estados Unidos siempre se presentó como el escenario incondicional para los asesinatos más atroces. Acá no será la excepción. La acertada dirección de Tobe Hooper, en poco tiempo le otorgó al film el mote de clásico imprescindible, convirtiendo a Leatherface y su motosierra en íconos paradigmáticos del terror. – J.P.
Race With the Devil
1975 – Jack Starrett
Los setenta fueron el semillero del mejor cine de terror. Acá otra prueba. Ritos satánicos, persecuciones, motocicletas y una atmósfera densa, rodean el protagonismo de Peter Fonda. Especial para sustituir las películas de domingo por la tarde. – J.P.
The Omen
1976 – Richard Donner
Los tres seis ya no forman parte únicamente del libro del Apocalipsis de la Biblia. Los tres seis vinieron para quedarse por medio de la película de Donner. Cada escena es memorable. Cada encuadre tiene una razón de ser, llevando al anticristo a no quedar enmarcado en una metáfora religiosa, sino en la mirada penetrante y encantadoramente diabólica de Damien. – J.P.
Suspiria
1977 – Dario Argento
Dario Argento demuestra que Italia es mucho más que fútbol y spaguetti western. Los escenarios, de colores impactantes, combinados con la brutalidad de los asesinatos, hacen de esta película una pieza imprescindible en el género. No podemos dejar de lado la música de The Goblins, para acentuar aún más la tensión que recorre cada cuadro. – J.P.
Nosferatu the Vampyre
1979 – Werner Herzog
Herzog, Klaus Kinski, Isabel Adjani y Bruno Ganz componen la troupe principal de esta película que traspasó el subgénero de los vampiros. Los colores que se van sucediendo, sumado a un clima denso, hacen que el consabido chupasangre tenga más recursos que morder cuellos y dormir en un ataúd. Imprescindible. – J.P.
Alien
1979 – Ridley Scott
Muchos discutirán sobre si éste es un film de ciencia ficción o de terror. Podemos decir que Alien, el octavo pasajero, es la combinación más celebrada de estos dos géneros. El encierro, recurso tan utilizado por el cine de terror, esta vez está exacerbado porque no hay posible escape: las víctimas están encerradas en el espacio. Alien se enmarca en la tradición ochentera de cine de horror con bichos desconocidos e inexplicables (como lo es The Thing) y ahí es donde entra la ciencia ficción, un género también muy en boga en la época. Alien es escalofriante en su misterio, sabemos que hay una presencia sobrenatural pero no la vemos hasta bastante avanzada la cinta y eso es de lo más perturbador. La marca de Alien es la baba (esa que utilizan tanto en Stranger Things), y si bien es una película de horror o de “monstruos”, es la presencia latente en la imposibilidad del escape lo que aterra. – J.A.
The Shining
1980 – Stanley Kubrick
Una de las interpretaciones más celebradas del gran Jack Nicholson, una de las adaptaciones de una obra de Stephen King más exitosas (aunque King no esté conforme con la película). The Shining, o El resplandor, representa un hito del thriller y del cine en general, con inolvidables escenas de un frenético Nicholson, gemelas escalofriantes, ríos de sangre y una habitación de hotel con puerta al mundo de los muertos. Una pieza infaltable del género, que contiene variados recursos que serán fundadores para el cine de terror. J.A.
Friday the 13th
1980 – Sean S. Cunningham
Los viernes 13, después de los asesinatos de Jason Voorhess tras su máscara de hockey, ya no serán más los mismos. Convertida en franquicia, la sangrienta trama que tiene como escenario fundacional al mítico Crystal Lake, vino desde 1980 para quedarse y traspasar el mote de ser uno de los hitos del slasher. Eso sí, ojalá que nunca más se les ocurra hacer un crossover como el realizado junto a Freddy Kruger. – J.P.
The Evil Dead
1981 – Sam Raimi
Sam Raimi realiza una de las películas más celebradas del cine clase B y llena la pantalla de espíritus y adolescentes asustados, teniendo como punto de partida uno de los recursos más vistos en los ’80 de la mano del slasher: un grupo de jóvenes reunidos en algún sitio aislado, la película combina escenas elementos del gore para crear horribles zombies, escalofriantes persecuciones y muertes espantosas. La cabaña en el bosque actúa como un personaje más, con sus chirridos, sótanos y elementos clichés. El encierro y el aislamiento funcionan de maravilla para lograr el terror ocasionado por la paranoia de que alguien (o algo) está acechando. Visto al día de hoy, el film parece por momentos ridículo o sus efectos y recursos algo parodiables y eso es lo que la convierte en un clásico indiscutido del cine clase B. – J.A.
Hellraiser
1987 – Clive Baker
Sadomasoquismo, misterio, y sangre, son combinados por Clive Baker en esta película que tiene como emblemática carta de presentación a la figura de Pinhead, con su palidez y calva cabeza colmada de clavos. Desde 1987, Hellraiser se convirtió en una cinta necesaria para cualquier que guste de un género tan (inútilmente) bastardeado. –J.P.
In the Mouth of Madness
1994 – John Carpenter
Si combinamos a John Carpenter en la dirección y Lovecraft como influencia directa, tendremos como resultado a esta película. La historia que nos cuenta la misteriosa desaparición de un famoso escritor de novelas de terror y la búsqueda del mismo, a cargo de un sagaz detective (Sam Neill), resplandece por la locura y oscuridad, manifestándose en todo momento. – J.P.
The Blair Witch Project
1999 – Daniel Myrick, Eduardo Sánchez
Esta película cierra el milenio convirtiéndose en una de las cintas más controversiales del momento, mediante una gran campaña mediática y una buena realización para sostener el circo. El proyecto de la Bruja Blair fue uno de los primeros “Montajes encontrados” o mockumentaries que dio el puntapié a una gran cantidad de títulos con este enfoque. Ahora el miedo es ocasionado por la realidad: un nuevo público demanda poder creer en lo que ve para asustarse, o al menos dudar y que sea esa duda lo que aterrorice. Este documental casero hecho por universitarios muestra la investigación que los llevará a la ruina. Apelando a la cámara subjetiva, a los momentos borrosos y a lo que es tal vez el mejor de sus recursos: que no se vea nada, The Blair Witch Project sembró todo tipo de pesadillas y suposiciones acerca de su veracidad. – J.A.
Dark Water
2002 – Hideo Nakata
Todo bien con Jennifer Conelly (protagonista de la versión americana), pero la que tiene la posta de que escuchemos ruido de agua y que la boca se nos quede seca, es la película original, la japonesa. Los diversos cabos sueltos que se van atando, en paralelo a locaciones cargadas de oscuridad, donde los silencios se vuelven tan aterradores como el grito más agudo. Japón desde hace rato que viene demostrando cómo se realiza terror del bueno. – J.P.
The Ring
2002 – Gore Verbinski
Los 2000 se convirtieron en la época de los remakes de películas japonesas de terror. Hollywood descubrió la gran industria y tradición asiática dentro del género y la explotó al máximo mientras le quitaba bastante el trasfondo religioso en relación al mundo de los muertos. The Ring, remake de Ringu (1998), podría decirse que ha sido una de las mejores adaptaciones al mundo occidental, dejando marcas clásicas del terror de esta generación: la niña de pelo infinito y azabache saliendo del aljibe y esa tremenda voz que a través del teléfono te avisa que sólo te quedan siete días. – J.A.
El Orfanato
2007 – J.A. Bayona
El Orfanato irrumpe en la escena internacional como una de las películas más celebradas en 2007, con una apuesta marketinera y presentada por Guillermo del Toro. El mismo año se lanza también REC, dejando a España muy bien parada en cuanto a las producciones terroríficas. Pero El Orfanato conquista con una excelente historia que no decae en ningún momento, todo lo contrario, se eleva a cada segundo. El Orfanato asusta porque su historia es oscura, porque el ser humano es macabro; y esto se suma a una adecuada elección de recursos del cine de horror, como el hallazgo de una escalofriante locación con todas sus mañas, habitaciones y escondites para sentirnos acechados permanentemente. ¿Quién no soñó repetidas noche con: “Un, dos, tres, toca la pared”? – J.A.
Paranormal Activity
2007 – Oren Peli
En la línea de The Blair Witch Project, con las mismas pretensiones pero con resultados menos exitosos, se produjeron variadas películas que emulaban documentales. Entre tanta propuesta decadente, aparece la original Paranormal Activity, que redobla la apuesta de los investigadores de la historia de la bruja Blair: esta vez las cámaras toman la vida privada de una pareja acechada por fuerzas extrañas. La tecnología pasa a ser el elemento principal para construir la narración y es una de las razones por las que este mockumentarie sea un film tan actual. “La cámara de seguridad”, aquello que serviría para cuidarnos, se convierte en la peor pesadilla. El film se convirtió en una franquicia con múltiples seguidores y continuaciones que no valen la pena como la primera. Al igual que The Blair Witch Project (e incluso más, ya que éste es un film nacido en el apogeo de internet) las suposiciones sobre la veracidad de este registro acrecentaron la paranoia y el terror. Paranormal Activity se convirtió en la Blair Witch actual, más íntima, más cerca y con menos posibilidad de escape. – J.A.
The VVitch
2015 – Robert Eggers
Una de las últimas producciones realmente valorables para el género. Un film con narrativa delicada y sigilosa, imágenes contundentes y un terror logrado al máximo. The VVitch se corre de los estereotipos del cine de horror actual para contar una historia bastante compleja de manera simple e incorpora planteos feministas y problematiza la familia como institución. Situada en 1600, la película se vuelve muy actual, utiliza recursos clásicos del cine de horror y en una atmósfera de permanente tensión y asalto, maximiza el terror psicológico. Sin dudas, una de las mejores producciones de terror de los últimos años. – J.A.