A24 es una productora y distribuidora de cine independiente con sede en Nueva York, alejada de Hollywood. Ver su placa al inicio de una película se volvió hoy en día un sello de garantía y confianza. En su catálogo podemos encontrar films para todos los gustos cinéfilos posibles. Pero lo más importante de A24 es que se volvió el motor de la maquinaria que pone en circuito películas que se alejan del cine convencional. Si no fuera por este estudio, muchas de estos films serían difícil de conocer y hoy son de renombre. Las películas de A24 lejos están de ser cine underground, son películas con presupuesto pero que tienen la libertad de tomar caminos narrativos alternativos.
Daniel Katz, David Fenkel y John Hodges fundaron A24 en agosto de 2012. La primera vez que llamaron la atención fue con el film del polémico Harmony Korine, Spring Breakers, y desde entonces se hicieron lugar en la industria. Siguieron nominaciones y premios en los festivales más prestigiosos del mundo, la consagración de la gloria llegó cuando Moonlight, una producción entera de A24, consiguió el Oscar a Mejor Película. Fue una vergüenza para la Academia cuando se equivocaron en decir primero que La La Land había ganado, pero es que ni los presentadores podían creer que una película de cine independiente se estuviera llevando el premio mayor de Hollywood.
Su catálogo incluye obras de cineastas como Yorgos Lanthimos, Gaspar Noé, Gus Van Sant, Claire Denis, Noah Baumbach, y Sofía Coppola. Pero la fuerza de A24 también está en reconocer y confiar en el trabajo de nuevos directores, como la explosión de los hermanos Safdie, Ari Aster y Robert Eggers. En solo pocos años, A24 consiguió una cascada de títulos que fomentan la idea del cine como una herramienta de producción de emociones. Por eso es imposible definir el estilo de A24 en un carácter formal, porque tiene la destreza y la habilidad de apostar por distintas estéticas que, cada una a su manera, tienen algo para decir.
La langosta
2015 – Dir: Yorgos Lanthimos
Hay un hilo conductor muy fino que atraviesa toda la filmografía de Lanthimos. El griego disfruta de lo indiscernible de la comedia y lo dramático para explotar su potencial absurdo. Un absurdo elegante, donde sus personajes lo aceptan y jamás se lo cuestionan. Son breves suspiros y luego retoman el quehacer. Quizás la que parezca más extremista es The Lobster, en la que un hotel sirve a modo de prisión y sus habitantes son obligados a encontrar pareja. No importa enamorarse, solo encontrar la mínima cosa que tengan en común. Si pasa la cuarentena y todavía no consiguieron pareja, se convierten en un animal elegido. Lanthimos se ríe, a su manera, de la obligación social de no poder morir en soledad. La escena inicial de esta película grafica gran parte de su sutileza: una mujer maneja en auto por la ruta, llega al campo, baja con un arma, se acerca a un burro que se está alimentando del pasto y le dispara. Jamás se sabe nada de esa mujer, no se retoma su historia más adelante, pero el absurdo cobra sentido en su incoherencia.
Proyecto Florida
2017 – Dir: Sean Baker
El director de Tangerine (2015) realiza un retrato sobre la sociedad norteamericana reduciéndola a un motel de Florida. Su protagonista es una pequeña de seis años que atraviesa con toda su inocencia la crisis económica del mundo adulto. El escenario es ideal, pocas veces el diseño arquitectónico toma tanta prominencia; la locación dice tanto por su paleta cromática como por su cercanía a Disney World, el parque de los sueños, en oposición a la realidad de sus personajes. Pero esta película es un híbrido entre el drama y la comedia, ya que importan más sus travesuras que cualquiera conjetura sociopolítica. La película se detiene en destellos que iluminan con lo prodigioso de la niñez, efectos mínimos encantadores que hacen de esta historia una celebración de la libertad.
The Lighthouse
2019 – Dir: Robert Eggers
The Lighthouse nos adentra en una atmósfera densa y lúgubre, donde dos personajes deben convivir con sus tormentos y la tenacidad de la relación de amo y esclavo. Esquizofrénico y vertiginoso, el segundo film de Robert Eggers confirma su marca pavorosa como uno de los directores norteamericanos que va a quedar en la historia del cine. Sus personajes son dos caras de la locura que se revela en todo momento, sea en sus ataques violentos, en sus bailes descontrolados, en sus momentos de enemistad donde son como dos perros furiosos, o los pequeños momentos donde los personajes sienten empatía. The Lighthouse aborda el profundo enigma de la dimensión sombría del existencialismo humano, mientras el viento, las olas y las gaviotas azotan a la dupla.
The Disaster Artist
2017 – Dir: James Franco
James Franco sintió el mismo placer que invadió en su momento a Tim Burton cuando filmó Ed Wood (1994) por retratar lo insensato. En su primer film como director, Franco quiso contar la historia detrás de The Room (2003), considerada por muchos como “la peor película del mundo” y se ganó un lugar de culto. Escrita, producida, dirigida y protagonizada por el excéntrico Tommy Wisseau, The Room es tan mala que termina agradando por sus fallas. Franco se pone en el lugar de aquel prócer de la industria cinematográfica para contar su odisea y tratar de responder una pregunta: ¿Qué se necesita aparte de dinero para hacer una película en Los Ángeles?
A Ghost Story
2017 – Dir: David Lowery
Algunas películas abandonan la misión de entretener y priorizan otras cosas que el cine convencional no. A Ghost Story tiene una potencia poética trascendente, que necesita de la sensibilidad del espectador para generar su desconcierto. Por eso hay que correrse del lugar común para ver esta película y dejarse llevar por las reglas que propone. El silencio dice más que cualquier línea de diálogo, y el dolor es más insoportable justamente cuando las cosas ya no suceden y solo es el tiempo el que pasa. Una historia melancólica sobre el amor que hubo en una casa y la nostalgia queda impregnada en la humedad en sus paredes.
Climax
2018 – Dir: Gaspar Noé
Gaspar Noé fija en los títulos de sus obras la esencia fundamental del film. Love (2015) es una lectura del sentimiento, Irreversible (2002) referencia la técnica narrativa que estructura la película. En Climax lo hizo de nuevo, ya que la palabra “clímax” refiere a aquel momento de máxima tensión en una historia. En una película de estructura clásica, el clímax suele aparecer en los 15 minutos antes del cierre final. Pero Noé decide tomar ese pequeño bloque estructural y estirarlo como si fuera una bandita elástica, dilatar el tiempo y poner toda la concentración ahí. Lo que para el cine clásico es sinónimo de resolución, para Noé puede ser un film entero. Por eso Climax se vuelve un film difícil de procesar, porque trata de ese quedarse ahí siendo un voyeur del sufrimiento ajeno. Climax trata de eso, de aguantar.
Good Time
2017 – Dir: Josh y Benny Safdie
Luego de un intento de robo fallido a un banco, el personaje interpretado por Robert Pattinson se adentra en una odisea nocturna que lo va a llevar a encontrarse con una galería sin fin de personajes excéntricos mientras lo busca la policía. La adrenalina de las drogas que habían aparecido en el film anterior de los Safdie, Heaven Knows What, se trasladan a esta historia de fuga con pinceladas de neo noir. Good Time es vigorosa y desenfrenada por donde se la mire, incluso en su profundidad visual llena de humo rosa y el neón de las publicidades inescapables del capitalismo.
Under the Skin
2013 – Dir: Jonathan Glazer
Jonathan Glazer es conocido por haber dirigido videoclips de bandas como Radiohead, Nick Cave y Massive Attack, pero en Under The Skin va por mucho más. Logró construir una obra enigmática, llena de sensaciones incomprensibles, pero poderosas. Es una de las películas más arriesgada sobre extraterrestres, que apuesta a una belleza visual imponente desde sus colores, su enrarecimiento técnico y algunos destellos del surrealismo que le dan una atmósfera de pesadillas. Under The Skin es un film hipnótico, que combina registros documentales, donde vemos a Scarlett Johansson en una trama de ciencia ficción experimental y poética en la que ni ella parece entender lo que está sucediendo.
American Honey
2016 – Dir: Andrea Arnold
La directora Andrea Arnold tiene una forma muy singular de contar sus historias, su cámara tiene una vitalidad particular y sus ritmos son muy envolventes. Vale la pena conocer toda su filmografía: Red Road (2006), Fish Tank (2009) y Wuthering Heights (2011). En su última película, nos presenta a una joven que se va de su casa en búsqueda de su destino, sin nada planeado, solo ver qué tiene el mundo para sorprenderla. Es una road movie que expresa un espíritu de libertad inmenso y lo contrapone contra bloques macizos de pura realidad. Por momentos se asoman pequeños peligros que se disipan en su frescura, porque Arnold tiene ese poder de crear situaciones que irradian belleza y adrenalina de forma fugaz.
El legado del diablo
2018 – Dir: Ari Aster
Tras la muerte de su madre, una mujer hereda la casa para que viva con su familia. A partir del duelo van a empezar a ocurrir situaciones paranormales y la desdicha va a invadir su vida. Ari Aster trama con lo macabro, pero no lo agota, teje un terror psicológico que conduce al espectador hasta rincones confusos y tenebrosos. Es un tipo de terror que puede resultar por momentos elegante y fino, y luego atacar con imágenes horribles. La crueldad pasa por generar un clima intolerable, con situaciones retorcidas mientras avanza un profundo drama familiar que irá mezclando y confundiendo las emociones hasta empujarlas a los abismos más oscuros.
Spring Breakers
2012 – Dir: Harmony Korine
En Spring Breakers, las estrellas de Disney y su rol social como ejemplos de la sociedad son corrompidas por una película polémica. Eso da por resultado la incomodidad de varios padres que tuvieron que cortar la película y no supieron cómo explicarle a sus hijas lo que sus ídolas estaban haciendo. Harmony Korine es consciente del poder real en el imaginario social que crea el cine y juega con eso hasta retorcer los clichés. Spring Breakers es tan desmesurada en sus lujos y estereotipos que roza la parodia, pero aun así cuenta una historia atrapante de excesos, con colores fosforescentes, armas y mucha fiesta.
High Life
2018 – Dir: Claire Denis
High Life es una película de ciencia ficción protagonizada por Juliette Binoche y Robert Pattinson, en la que una serie de delincuentes reemplazan su condena por ponerse al servicio de la ciencia en un viaje hacia las profundidades del espacio exterior. Su protagonista se encuentra aislado con su bebé en la nave y a través de un largo flashback se presenta la historia de la convivencia violenta entre los integrantes y la científica. Es una de las películas más extrañas de la directora, ya que dialoga con grandes películas del género como Solaris de Andréi Tarkovski, pero también cruza la línea e incomoda con experimentos de eyaculación.
La bruja
2015 – Dir: Robert Eggers
The Witch no responde a las formas groseras del género de terror más pochoclero, es muy cuidadosa en su forma de impacto. El film se centra en una familia de aldeanos a partir de que cae la desgracia sobre su techo. Se puede respirar el peligro en todo momento, se percibe que está latiendo algo espeluznante en el fuera de campo y se vuelve perturbador. The Witch va por otra vía en las reglas del género, enfatiza en retratar la vigilia, las creencias, las costumbres y las pesadillas del seno familiar. El peso y el grosor del escalofrío genera una mayor inquietud, el miedo se dilata y nos suspira en la nuca.
Under the Silver Lake
2018 – Dir: David Robert Mitchell
Under the Silver Lake comienza como un film de detectives, con referencias a La ventana indiscreta (1954) y guiños a Psicosis (1960). Esta película dice Hitchcock por todos lados, incluso muestra su tumba en el cementerio de Los Ángeles, pero pronto se vuelve una historia disparatada. Su protagonista busca a una chica desaparecida y su odisea va a estar repleta de excentricidades, mientras un asesino de perros anda suelto por su barrio en Los Ángeles. Un neo-noir moderno y sobrecargado, que se pierde en su propio delirio.
En los 90
2018 – Dir: Jonah Hill
Esta película evoca el sentimiento nostálgico por los noventa, la música, las vestimentas, y la temática skater como un vestigio de las obras del fotógrafo Larry Clark. El skate es parte un tópico del cine independiente norteamericano y Jonah Hill no se sale de este marco. Mid90s es una pequeña historia con retoques de comedia y drama, que irradia una energía conmovedora y atrapante. Un niño hostigado por su hermano se hace amigo de un grupo de chicos mayores que le enseñan a patinar. De a poco le van a empezar a mostrar el mundo de la calle, con sus placeres y sus consecuencias.
Locke
2013 – Dir: Steven Knight
Del creador de Peaky Blinders, Locke es minimalismo absoluto, con un personaje que está todo el tiempo conduciendo por una autopista. No necesita de grandes acciones para mantener la tensión, un teléfono que suena a cada rato es suficiente. Entre llamada y llamada, desilusión tras desilusión, empezamos a conocer lo que atormenta a su protagonista con unos monólogos que irán desvistiendo su cordura. Es una película en constante movimiento pero sin salir del auto. Un ejercicio cinematográfico que vale la pena rescatar por su austeridad narrativa y los distintos relieves de la psiquis de un hombre.
El sacrificio del ciervo sagrado
2017 – Dir: Yorgos Lanthimos
El lado más oscuro de Lanthimos apareció en esta película protagonizada por Colin Farrell y Nicole Kidman. La irracionalidad se vuelve tan perversa hasta encontrar la sensualidad, enfrentando la creencia contra la ciencia hasta reventar. Es una película despiadada y sombría, sin vestigios de humor. Pero sin embargo mantiene la firma de Lanthimos y amplía el panorama estilístico, abriéndose a otros territorios para hacer de su autoría algo que va más allá de los géneros. El sacrificio del ciervo sagrado disfruta de destrozar la comodidad burguesa con un pequeño saludo del diablo.
Uncut Gems
2019 – Dir: Josh y Benny Safdie
El más reciente film de los Safdie siguió por el camino de obsesión por la calle y lo que brilla. El caos se revela en ese constante griterío, el frenesí de la ciudad y el peligro de las mafias. Su protagonista se rodea de gente turbia y de deudas, llevando el ritmo de las apuestas a su vida, donde a veces se corre y otras se cae al piso. Así logra compartir la tensión de un thriller que roza el absurdo claustrofóbico de un personaje que vive amenazado. Además de un Adam Sandler nunca antes visto, Uncut Gems se da el lujo de contar con las participaciones de The Weeknd y Kevin Garnett, jugador retirado de la NBA fanático de las joyas.
Midsommar
2019 – Dir: Ari Aster
Midsommar nos presenta una historia espeluznante bajo los rayos brillantes del sol. Es una película con una delicadeza técnica asombrosa y una paleta de colores espectaculares, que revierte la lógica de la oscuridad que el género de terror nos había acostumbrado. Un grupo de jóvenes estadounidenses que se conocieron en la universidad van a un festival muy extraño de nueve días que se realiza cada noventa años en una aldea ubicada en las colinas de Suecia. Ahí deberán convivir con una secta que esconde, detrás de las flores, rituales perturbadores que pondrán en peligro sus vacaciones paradisíacas, y sus creencias horrorizarán todo tipo de estudio antropológico.
Green Room
2015 – Dir: Jeremy Saulnier
En una gira desafortunada, una banda punk es invitada a tocar en un antro en las afueras de un pueblito. Cuando llegan reconocen que está lleno de skinheads y esvásticas por todas partes, a lo que deciden atacar tocando el himno de los Dead Kennedys “Nazi Punks Fuck Off”. Esto será solo el inicio de una noche claustrofóbica con mucha sangre derramada. Es una película que, a partir de un crimen, desata la violencia y la desesperación por intentar no dejar rastros ni testigos. Con pinceladas del thriller y el gore, Green Room genera la tensión del encierro con una sensación terrorífica por su brutalidad contra los intentos de supervivencia.
Ex Machina
2015 – Dir: Alex Garland
Un programador es invitado a pasar una semana en la lujosa casa de su misterioso jefe, para que le haga un test específico a su más reciente invento, una robot llamada Ava. La ciencia ficción nos mostró de mil maneras las posibilidades de la inteligencia artificial con distintas armas de destrucción, pero Ex Machina va por otro lado. Ava conquista pero con sus cualidades humanas: sus sueños, sus deseos, sus miedos y sus engaños. La película invita a hacer una reflexión sobre la conciencia del ser humano, al punto de que su protagonista pone en duda frente a su reflejo la diferencia de su existencia con la máquina tras el avance de la tecnología.
Enemy
2013 – Dir: Denis Villeneuve
Un profesor de historia mira una película y se da cuenta que existe alguien completamente idéntico a él. Esta idea lo trastorna hasta el punto de averiguar toda la información necesaria que le permitiese llegar a su doble. Pero este encuentro desestabiliza las vidas de ambos, convirtiéndose en una obsesión que irá incrementando hasta su paroxismo. Un thriller psicológico sin vueltas de tuerca, tan oscuro como críptico, Enemy ahonda en su enigma sin dar demasiadas respuestas. Basada en una libre interpretación de la novela de José Saramago, Denis Villeneuve nos presenta una película con la misma lógica de una pesadilla: tenebrosa, irracional y con unos segundos finales que te obligarán a abrir los ojos y despertar.
Moonlight
2016 – Dir: Barry Jenkins
Barry Jenkins divide la historia de su protagonista en tres fragmentos de su vida en esta obra resplandeciente. Es una vida complicada, cargada de obstáculos que debe superar en una búsqueda por su identidad. Un retrato de madurez donde se tocan diversas temáticas como los lazos cercanos de la familia, la violencia, la sexualidad y las drogas, y su personaje reacciona con decisiones que marcarán su existencia. Moonlight combina con delicadeza la belleza con la crudeza y conserva un nivel poético asombroso.
Room
2015 – Dir: Lenny Abrahamson
Una habitación es el universo entero de un pequeño que vive con su madre, ella se va a encargar de darle todos los colores y que la imaginación del pequeño sea como la flor que crece en el pantano. Room es una película que dialoga constantemente con el amor y la tragedia. Nos describe el poderoso vínculo de la maternidad escondiendo un secreto inquietante del que poco a poco el niño irá conociendo la verdad. Un relato muy bien cuidado, que te encierra en un cuento de hadas hasta que las sombras empiezan a tomar tonalidad y consistencia. Room expande el universo desde el más siniestro encierro, generando optimismo hasta en los momentos más desgarradores.