El proyecto Blair Witch marcó un hito en el cine de terror de fines de los años 90 y principios de los 2000. El film es una de las piezas más celebradas del subgénero found footage y contó con una gran campaña de marketing que logró que muchas personas llegaran a pensar que lo que veían en pantalla era real.
El film se estrenó en 1999 y hasta la actualidad es citado como uno de los mejores de las últimas décadas. Por eso, las productoras Lionsgate y Blumhouse anunciaron una precuela. Si bien esto representó una excelente noticia para muchos de los fans, no agradó a uno de los protagonistas del film original, Joshua Leonard.
El enojo de Leonard por el uso de su imagen
El actor no estaba al tanto de esta nueva producción que fue promocionada usando su rostro. Por eso, cuando se enteró de lo sucedido, escribió un extenso comunicado en Facebook: “Esa es MI cara en un comunicado de prensa para una película que están haciendo dos grandes estudios para los que he trabajado y que respeto”.
“Lo extraño es que no sabía nada al respecto hasta que un amigo me envió una captura de pantalla de felicitación ayer. Mi frustración es aún mayor porque llevo más de un mes intentando que Lionsgate participe en una proyección benéfica de BWP que estoy organizando para OPositiveFest y recaudar dinero para artistas sin seguro médico, ¡y NADIE me responde!”, continuó.
“25 años de faltas de respeto”
El actor también reveló que las cifras que se informaron públicamente sobre sus pagos diferían radicalmente de lo que obtuvieron: “Un informante de Hollywood le dijo a la prensa que nosotros (los actores) recibimos 4 millones de dólares como pago único por nuestros derechos de propiedad, mientras que en realidad ganamos 300.000 dólares… y NUNCA vimos otro centavo“.
Los protagonistas de este film no lograron hacer dinero y tuvieron que volver a sus trabajos anteriores. Para cerrar este polémico comunicado, Leonard dijo: “Estoy muy orgulloso de nuestra pequeña película punk y AMO a los fans que mantienen viva la llama. Pero en este punto, son 25 años de faltas de respeto por parte de las personas que se han embolsado la mayor parte de las ganancias de NUESTRO trabajo y eso se siente tan desagradable como falto de clase”.