Robin Williams fue un actor reconocido fundamentalmente por el drama y la comedia. Entre los títulos más renombrados de su filmografía se cuentan Papá por siempre, Good Will Hunting, Patch Adams, La sociedad de los poetas muertos y más, pero en muy pocas ocasiones tuvo la oportunidad de caracterizar villanos como lo hizo en Retratos de una obsesión, una rareza dentro de su carrera.
Muchas veces, los actores y actrices tienden a ser encasillados por la industria en cierto tipo de roles, un poco porque suelen mostrar inclinaciones y talento para ciertos géneros y también porque el público comienza a relacionarlos con cierto tipo de personajes. Así como sucedió con Williams, también pasó con el gran Peter Lorre, ídolo del actor quien estuvo gran parte de su carrera interpretando villanos.
Lorre fue mundialmente conocido por M, el vampiro, el film de 1931 dirigido por Fritz Lang en el que interpreta a un hombre que secuestra y mata niños -incluso queda implícito que podría ser un abusador-. Luego, forjó una carrera con films como El halcón maltés, El hombre que sabía demasiado y El cuervo. En una entrevista para Den of Geek, Williams expresó: “Uno de mis actores favoritos de todos los tiempos, a pesar de que no necesariamente interprete villanos, es Peter Lorre”.
“Una vez le pregunté, ‘Mr. Lorre, ¿cómo es actuar?’ y me dijo: ‘Yo no actúo, yo solo hago caras’. Pero él con esos ojos, él en M, dios, esa es una de sus mejores interpretaciones”, expresó Williams sobre el actor al que homenajeó en Aladdin, la película animada de Disney en la que puso la voz a El Genio. En uno de los momentos más memorables, El Genio va transfigurándose y haciendo referencia a famosos personajes, entre ellos a Lorre.