Entre los títulos más esperados del festival de Sitges se cuentan aquellos producidos por A24, la productora que se ha posicionado con algunos de los contenidos más interesantes de terror y ciencia ficción. After Yang es una película ante todo reflexiva, fría como los films sci-fi y cálido en su planteo. Se centra en la historia de una familia interracial que pierde a Yang, un robot que ha sido comprado para la hija china del matrimonio. Cuando este se avería, la calma familiar se altera y el padre buscará diversas maneras de arreglarlo, al tiempo que empieza a conocerlo.
El film no es novedoso en torno al planteo de un humanización de robots, pero sí se destaca al poner en primer plano a la memoria como el diferencial que nos vuelve humanos. En cuanto a lo estético, el ambiente remite a películas como Under the Skin o Ex Machina, siendo fiel al género pero también con un universo límpido y sumamente moderno.
Colin Farrell es el protagonista y pone en funcionamiento una actuación despojada al estilo de su desempeño en los films de Yorgos Lanthimos, nuevamente sorprendiendo con un carácter entre abúlico y desesperante. Su pareja parece carecer de amor y, algo que aparece como subtrama, este matrimonio parece invertir los roles clásicos del hombre y la mujer: el primero se ocupa de los hijos y la casa, y la segunda del trabajo.
After Yang no se destaca entre las películas de su especie, pero se cuela con gracia y precisión en la ola de films que observan el futuro tan agrio como fascinante, que plantean una reconfiguración del antropocentrismo y un agotamiento de las fórmulas interrelacionales actuales.
After Yang, de Kogonada
2022 – Estados Unidos
Sección: Oficial Fantástic – Fuera de competición