Amancay se llevó el gran premio de la Competencia argentina en este BAFICI, destacándose por su vitalidad, sinceridad y simpleza. Desde un blanco y negro profundo, la película de Máximo Ciambella invita al espectador a vivenciar los momentos cotidianos de un grupo de jóvenes amigos atravesado por las relaciones casuales, el amor, el feminismo, el arte y la vida que parece ofrecer múltiples oportunidades.
El universo que muestra la película se presenta más que cercano al espectador, rescatando la tradición del cine independiente en el que los diálogos lo son todo, los espacios cobran significado a partir de estar habitados y la ciudad es tan cómplice como enemiga. Lejos de mostrar una realidad acartonada, por momentos parece que la cámara de Ciambella se mete sin permiso en conversaciones de amigas en la cama acerca de las aristas que representa un aborto en la vida de una mujer, o en la preparación de la cena entre dos amigos que se permiten cuestionar los cánones de pareja pero también animarse a expresar sus deseos de amor y compañía.
Amancay es una película sincera y actual, cubierta por las problemáticas actuales de los jóvenes de clase media, lo cual logra un acercamiento inmediato con los espectadores que pertenecen también a este sector. Si bien tiene un ritmo lento y con ciertos yeites ya vistos en films como Medianeras y Los paranoicos, resiste levantando la bandera del cine independiente y carente de artificios.
Amancay, de Máximo Ciambella
2022 – Argentina
Sección: Competencia argentina
Seguí la cobertura del 23 Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente en este enlace.