Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades es una de las películas de Netflix más esperadas del año. El nuevo film del premiado director mexicano Alejandro González Iñárritu propone un viaje surrealista, una vuelta a su país para hacer cine y un relato con aspectos autobiográficos. Luego de haber pasado por el Festival de Cine de Venecia, la película arribó a la plataforma siendo una de las pocas obras de autor que ofrece la misma.
¿De qué se trata?
Desde Netflix definen al film como “una experiencia épica, visualmente deslumbrante e inmersiva que relata el viaje íntimo y conmovedor de Silverio, un renombrado periodista y documentalista mexicano que vive en Los Ángeles, quien, tras ser homenajeado con un prestigioso premio, debe regresar a su país, sin saber que ese viaje lo llevará a un límite existencial. El absurdo de sus recuerdos y miedos se ha abierto camino hasta el presente, permeando su vida cotidiana con desconcierto y asombro”. Lo cierto es que Iñárritu ha apostado fuertemente a lo sensorial en este film y ha desplegado su costado más experimental, dejando de lado las fórmulas más hollywoodenses como las que utilizó en El renacido.
¿Quiénes actúan?
El personaje principal está a cargo de Daniel Giménez Cacho, el prolífico actor que recientemente vimos en Memoria y también en el film de Santiago Mitre La cordillera, y que interpreta a una suerte de alterego de Iñárritu. Además, se suma al elenco la actriz argentina Griselda Siciliani y la acompañan Íker Sánchez Solano, Leonardo Alonso, Andrés Almeida, Ximena Lamadrid, Ruben Zamora, Fabiola Guajardo, Omar Leyva y Grantham Coleman.
¿Quiénes la crearon?
La película está dirigida por el mexicano González Iñárritu, quien en esta oportunidad nuevamente comparte la tarea de guion con el argentino Nicolás Giacobone, con quien ya trabajó en Biutiful y Birdman. En el equipo técnico también se destaca Darius Khondji en fotografía y la música estuvo a cargo de Bryce Dessner de The National.
¿Qué dice la crítica?
La crítica parece estar de acuerdo en el hecho de que González Iñárritu realizó un film tan personal que se vuelve endogámico. Algunos incluso aventuran que esta es una obra hecha para su propia satisfacción, no solo por los aspectos autobiográficos y por haber elegido su México natal para filmar sino también por lo encriptado del film. Desde Página 12 hablaron de la inconsistencia del guion y de las repeticiones del director, quien “hizo una de sus habituales películas ambiciosas y cargadas de nihilismo, a lo que le suma escenas cuya carga metafórica cae ante el peso del ridículo. Son dos horas y media largas, larguísimas, llenas de prodigios técnicos que conducen hacia la nada misma“.
Desde Micropsia tampoco tuvieron las mejores opiniones para lo nuevo del mexicano: “No hay, casi, parámetros que expliquen el show de horrores que es Bardo, al menos dentro del cine profesional. El desperdicio de talentos que hay aquí es tan brutal (…) que empeora a la película a cada paso”. Desde The Hollywood Reporter la tildaron de “autoindulgente” y también la compararon con La Grande Bellezza de Paolo Sorrentino, una similitud que ya desde el tráiler se podía notar. Finalmente, tanto Variety como otros medios notaron la presencia ineludible de la influencia de Federico Fellini.
¿Hay tráiler?
Mirá el tráiler de Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades a continuación: