Hoy en Indie Hoy Cine recomendamos una de las películas más aclamadas del gran Michael Haneke: Benny’s Video. Este director alemán ha creado un estilo incomparable en los dramas densos y complejos apuntando a mostrar los desequilibrios de los núcleos familiares, las acciones de las familias burguesas que los llevan a su propia destrucción. Lo de Haneke podría decirse que llega incluso hasta un terror psicológico: haciendo uso de prolongados silencios con gran carga emocional y significativa, imágenes contundentes y avasalladoras, actuaciones precisas y portadoras de una frialdad aterrorizante y situaciones extremas que llevan al ser humano a un estado de animalidad y desprotección que siempre acaba en el desmoronamiento. La corrupción de la institución burguesa “familia” es un leit motiv para increíbles films como The Piano Teacher, Funny Games o Caché. El video de Benny, es uno de los films más interesantes de Haneke. Tiene como protagonista a Arno Frisch, quien unos años después aparecerá en la frenética Funny Games, que despliega una actuación justa para el papel a desarrollar sosteniendo una mirada vacía y gélida durante todo el film a pesar de los sucesos. Interpreta a Benny, un púber de familia acomodada y conservadora, sin mucha relación con sus padres, siendo su habitación un refugio donde posee su equipo de video. Obsesionado con la realidad virtual de los videos, intenta reproducir alguno de ellos en la vida real… sólo para ver “qué se siente”. Ese momento podría decirse, es el único en que la emoción se deja ver en el cuerpo, rostro y acciones de Benny. A partir del suceso, se pone en marcha todo el mecanismo de “protección” de la familia cubierto de desesperación y desorientación. Así es como los acontecimientos terribles invaden a los personajes de Haneke y crean una ruptura en sus cómodas vidas ocasionando cambios que desmoronan sus débilmente orquestadas vidas. Aquí también se incorpora otra de las constantes en algunas películas de Haneke y es el encierro. La casa, fría como sus personajes, es el espacio donde todo ocurre y donde todo pretende ser enclaustrado, el afuera siempre se presenta como el peligro que invade la monotonía y la inercia. Del mismo modo que en Funny Games, los sucesos/rupturas funcionan como lecciones que obligan de modo violento a los personajes a encontrarse con su espacio desgraciado, dejando al descubierto las miserias. Y así es como funciona el terror en Haneke: denigrando al hombre civilizado; y el agente de ruptura es sólo un chivo expiatorio. La violencia en sus films está desatada por la invasión y busca dejar al espectador en jaque, hacerlo pensar y reflexionar sobre su propia posición en la sociedad y como miembro de la raza humana. Esta película también toca la temática de los límites entre ficción y realidad. Cómo lo que sucede en el plano del video (que se supone siempre ficcional) intenta ser trasladado a la realidad justamente para sentir, como si el formato video anulara las emociones, o en todo caso, como si Benny intentara llevar la realidad al espacio de la movilización y para ello utiliza el video. Benny’s video es una obra magistral y transgresora. A pesar de su ritmo lento el film es frenético y asfixiante; esto proporcionado por las acertadísimas actuaciones, una iluminación abrumadora y la prácticamente ausencia de la música.