Este sábado 6 de julio se estrena en el Cine Arte Cacodelphia la película Berta y Pablo de Matías Szulanski. La cinta cuenta una tierna historia sobre el amor, las búsquedas personales y lo que no se dice. “Carolina viaja de Montevideo a Buenos Aires para tomarse un tiempo en su relación y, aprovechando la estadía, visita la casa de su abuela fallecida para ver qué puede recuperar entre sus pertenencias. En uno de los libros que encuentra, descubre que mantenía correspondencia con un hombre llamado Pablo”, reza la sinopsis oficial.
Berta y Pablo se presenta al espectador con un ritmo lento, con una protagonista de expresiones tranquilas y moderadas que está transitando un momento de desorientación total en su vida. No sabe qué hacer con su novio, no parece tener muchas expectativas en torno al futuro y solo vive el presente junto a su amiga y las canciones que componen juntas. Mientras se gesta este ambiente de una suerte de abulia también signado por un calor insoportable, Carolina descubre este pasado oculto de su abuela que es lo que le hará encender la chispa faltante en su vida.
Una película chiquita hecha a pulmón
El director explicó que esta película orgullosamente indie “se filmó con un equipo técnico en el que yo dirigía y hacía cámara (con mi handycam casera), Gary Koretzky hacía jefatura de producción y asistencia de dirección, y Facundo Sasson, el sonido directo. Ese era el equipo”. Como si no fuera suficiente, Szulanski también estuvo a cargo de la música del film junto a Carlos Páez.
“La idea era salir a hacer una película lo antes posible con lo que haya a mano y olvidarse de cómo se hacía una película, hacerla de la manera más intuitiva y autodidacta. Una de las personas involucradas al comienzo -que luego dejó el proyecto porque creía que las formas eran muy ‘amateur’- comentó que parecíamos chicos de secundaria tratando de hacer una película, así que tomamos eso para orientarnos y lo usamos como brújula. ¿Cómo haría esto un chico de secundaria? Esa fue la premisa en el mejor y más puro sentido de la frase”, cerró.
Berta y Pablo es una película que exuda ternura y que tiene un componente más que emotivo: la conexión de una nieta y una abuela a través del tiempo, trascendiendo la muerte. Carolina se sorprende, se enamora, se asusta y finalmente logra experimentar la pasión al conocer esta historia oculta de su abuela.
La cofradía de mujeres en una familia no siempre es el lugar correcto para contar los secretos, pero la herencia puede ser una manera fortuita de conocer a nuestros antepasados y así construirnos a nosotros mismos.
Luego de haber pasado por la Competencia Argentina de BAFICI, Berta y Pablo se exhibirá todos los sábados de julio a las 21 h en el Cine Arte Cacodelphia (Av. Pres. Roque Sáenz Peña 1150, CABA).