Todo buen actor, incluso los más grandes, tiene manchas en su carrera. Películas que hicieron sólo por dinero, por convenios internos o simplemente malas elecciones. Brad Pitt es una de las figuras más importantes de Hollywood, no solo por su profesión sino por siempre haber sido uno de los galanes más sobresalientes. Este “detalle” no condicionó su carrera a películas tontas o donde solo fuera una cara bonita: desde hace muchos años que Pitt encarna grandes roles y trabaja con respetados directores. Pero, una de las manchas de su carrera fue Troya. El film épico se estrenó en 2004 y juntó a varias estrellas en boga en el momento, como Eric Bana y Orlando Bloom.
Este 2019 fue un buen año para Pitt, que ya empezará a pasearse por la premiaciones con los films Once Upon Time…in Hollywood y Ad Astra. En una reciente entrevista con el New York Times el actor hizo referencia a su experiencia filmando Troya. Y confesó que: “Tuve que hacer Troya porque -y supongo que ahora puedo decirlo- me salí de una película, entonces le debía algo al estudio.” Y continuó:
“Entonces me pusieron en Troya. No es que haya sido doloroso, pero me di cuenta que la forma en la que estaba siendo contada la película no era la forma en la que yo quería. Yo cometí mis propios errores en ella. ¿Qué es lo que estoy tratando de decir? Que no me dejaban salir de la mitad del plano, y eso me volvió loco.”
Así, luego del rodaje del film asumió una nueva línea para su carrera y la elección de proyectos en los que participaría: “Quizás me malacostumbró trabajar con David Fincher. No es un ataque contra Wolfgang Petersen. Das Boot (también de Petersen) es una de las mejores películas de todos los tiempos. Pero en alguna parte del proceso, Troya se convirtió en esta cosa comercial. Todos los planos eran como ‘¡Aquí está el héroe!’. No había ningún misterio. Por ese entonces tomé la decisión de que solo me iba a involucrar en historias de calidad, a falta de un mejor término. Fue ese giro el que determinó mis películas durante la siguiente década.”
Más allá de algunos films contados, la carrera de Brad Pitt reúne una cartera interesante de películas, habiendo trabajado dos veces con Quentin Tarantino, con los hermanos Coen, Fincher, Alejandro González Iñárritu, Spike Jonze, entre otros. También ha mostrado su eclecticismo para los géneros, sorprendiendo tanto en comedia como en drama, acción y films de corte más alternativo.