Desde que Terry Guilliam estrenara en 2005 la injustamente tratada El secreto de los hermanos Grimm (The Brothers Grimm), el cine fantástico estadounidense, vive una auténtica ola de reinterpretaciones de los cuentos clásicos infantiles que podríamos considerar hoy en día como un subgénero en sí mismo. Al rebufo de la misma, hemos podido ver recientemente la más que correcta cinta de horror Caperucita Roja (Red Riding Hood – 2011) de Catherine Hardwicker, y en el plano del cine independiente, Yellowbrickroad (2010) de Jess Holland y Andy Mitton que viene a ser el cuento de “El Mago de Oz” con elementos propios de “El flautista de Hamelin“. Alineado con esta tendencia, Bread Crumbs (2011) nos presenta una revisión en clave de serie B de Hansel y Gretel, el cuento de los hermanos Grimm. Bread Crumbs, nos presenta un argumento atractivo. Angie (Marianne Hagan) una actriz porno, en el ocaso de su carrera, acepta la propuesta para participar en la que ha de ser su última “interpretación” de la mano de su productor de toda la vida. Así, todo el equipo se traslada a una casa aislada en un profundo bosque para llevar a cabo el rodaje. Allí se encontrarán con un muchacho y su hermana que, interpretando lo que parece ser un extraño juego, comenzarán a acosar al equipo. El director, Mike Nichols nos traslada a un escenario donde, al igual que si examináramos el cuento a través de un espejo, los elementos están invertidos. Así, los hermanos, Patti (Amy Crowdy) y Henry (Dan shaked) se nos aparecen como unos macabros Hansel y Gretel y la decadente Angie tomará las veces de bienintencionada bruja que se refugiará en la casa del bosque… con guiño a los dulces durante todo el metraje. Mención aparte resulta la aparición de lo que podemos considerar una estrella en ciernes, Steve Carey, en un papel plano que no contribuirá gran cosa a su filmografía. Nichols, del que podríamos haber esperado algo más después de su interesante “Dead Calling” (2006), da la impresión de dejar a medio cocinar una buena historia, tal vez porque es difícil dirigirse a uno mismo (Mike Nichols interpreta a Eddie, el director/productor porno), o tal vez por la poca elaboración del guión. No será Bread Crumbs una película que nos quite el sueño, pero si servirá para que el amante del cine de terror pase buenos momentos y reflexione, la próxima vez que escuche hablar del cuento de blancanieves, cual era la verdadera razón por el que la reina quería extraerle el corazón.