Existe una creencia generalizada de que no hay buenas segundas partes en el cine, aunque el paso del tiempo ha derribado un poco este mito. Christopher Nolan se metió en el tema y habló específicamente de las terceras partes, dando su opinión sobre la calidad de estas continuaciones. Fue en diálogo con Tom Shone, en The Nolan Variations, que afirmó: "Básicamente, no hay buenas terceras partes". De todos modos, intentó pensar en películas que sí hayan logrado estar a la altura de la primera y expresó: "Rocky 3, tal vez", una película que logró diferenciarse en estilo y tono de las anteriores.
El problema de las trilogías
En su análisis sobre el tema, Nolan dejó afuera El padrino III, una película que no logró equiparar a sus antecesoras, pero que sí obtuvo nominaciones al Oscar, buenas críticas y resultados positivos en la taquilla. Entre las terceras partes que han recibido críticas favorables también se cuentan Toy Story 3, Bourne: El ultimátum y El señor de los anillos: El retorno del rey, aunque tampoco fueron consideradas a la altura de las primeras entregas. Comparando la estrategia utilizada en la tercera entrega de Rocky, el director habló de cómo concibió la tercera cinta de El caballero de la noche, que se estrenó en 2012 y es considerada parte de una de las mejores trilogías de todos los tiempos.
Nolan explicó de qué manera idearon las tres películas para que no fueran una simple continuación una de la otra ni una forma de seguir explotando un producto exitoso. "La primera es una historia de origen. La segunda es una película dramática de crimen, muy parecida a Heat, y para la tercera, necesitábamos apuntar más alto, porque no puedes nivelar para abajo... Tienes que cambiar de géneros", expresó. Así, resaltó las influencias cinematográficas que impactaron en la creación del cierre de la trilogía: "Fuimos por la épica histórica, la película catástrofe —Infierno en la torre se encuentra con Doctor Zhivago—".
La película que Christopher Nolan considera una genialidad
Entre las películas que sí aprecia, Nolan destacó a Greed, el drama psicológico de 1924 escrito, producido y dirigido por Erich von Stroheim, al cual describió como “la obra perdida de von Stroheim que es una genialidad absoluta”.
Protagonizada por Gibson Gowland, ZaSu Pitts y Jean Hersholt, Greed sigue a una ama de casa que gana la lotería con John, su esposo que trabaja de dentista. A medida que se vuelve cada vez más paranoica, su vida normal comienza a desmoronarse.