Copenhague. A love story
Sección: Trayectorias – La telaraña de una historia de amor entrecruzada, con pequeños romances fugaces que se adentran en algo más sólido y constante y cuando lo fugaz se entremete se anhela lo constante, los abrazos a la mañana después de una borrachera, los paseos en bicicleta, a la par y no solitarios buscando otro abrazo… pero de alguien más. El director de Lés Démons, proyectada en el BAFICI anterior, muestra no su nueva película, sino ahora en la sección de Trayectorias, su pasado como director. Acá cumple un rol protagonista en la actuación también, ya que es uno de los personajes que se ahogan en bares escapándole al amor, pero adentrándose cuando la noche se hace más espesa. Lejos de extremos donde la telaraña se rompería, acá la ficción trata de amoldarse a los roces, a los principios, a los primeros ladrillos mientras los castillos ya parecen rotos. Lo perdido se intenta recuperar pero siempre terminan más perdidos en un bar, pero en los bares, en las borracheras, Cassavetes nos enseñó que se puede decir mucho más que sólo bebidas, se puede gritar sin hablar y emocionar con canciones desafinadas, frutos de la telaraña que se estira para dejarle lugar no sólo a la araña sino a las mariposas, pero cuando el amor se apaga con la resaca, vuelven los demonios.
Una historia de amor libre, donde el amor va en bicicleta por la ciudad, sus protagonistas entretejen sus líneas, se cruzan zigzagueando y la cámara corre libremente los rostros y se queda, cuando le gusta un parpadeo quizás, una sonrisa que crece, no se agarra a la acción sino más a todo lo que nos puede decir un rostro. Que un rostro se estire en una acción, porque es ahí cuando se lo ve libre, cuando se la da el tiempo suficiente para empezar a relajarse, a disfrutar de lo que está haciendo, a derramar una lágrima a que la cámara se concentre en la lágrima, a que el cuerpo haga lo suyo.
Una historia de amor de a dos, de a tres, de a cuatro, el amor guarda otros pequeños romances cuando es fluido y encima se tira a la corriente que todo lo mueve. Ni la cámara puede estabilizarse producto de estar encadenada a la historia y chocar contra tanta cerveza, tantos cigarrillos, tantos besos que te hacen caer al piso y reír a carcajadas, rompiendo vasos por felicidad, rompiendo vasos por enojo, rompiendo vasos para ver todos los vidrios rotos.
Dir: Philippe Lesage
Para volver a ver: Domingo 30, 22.30hs, Village Recoleta 1
COPENHAGUE A LOVE STORY – Trailer from L’unité centrale on Vimeo.