A Tiger in Winter
Lee Kwang-kuk – Sección: Competencia internacional
Como un tigre que acaba de escapar de su jaula, de su prisión, Gyeong-yu es el protagonista de este drama coreano con cierto tono surrealista, con algunas notas cómicas. Él debe tomar las riendas de su libertad luego de que su novia lo haya abandonado repentinamente y haya desaparecido de su vida. Haber abandonado su carrera como escritor tampoco lo ayuda demasiado y ahora deambula por las calles frías como un murmullo que se funde en la ciudad y de vez en cuando se hace presente como una bocanada de aire blanco que se eleva libre pero que tiene como destino finalmente desaparecer. Es esta crisis la que lo lleva por una serie de eventos sin suerte, como ser chofer de autos, aceptar la invitación de su ex novia, una escritora sin inspiración que se volcó al alcohol y se siente tan vacía como un personaje de un film de Hong Sang-soo y cuyas intenciones no serán las mejores o recurrir a un viejo amigo, pero con un resultado para nada exitoso. Entonces, la realidad le parece desarmada, diluida entre las calles de la ciudad, restaurantes, autos, alcohol y la presencia de ese tigre que se escapó del zoológico y amenaza con aparecer en cualquier momento. – Luis Mendoza
Las Vegas
Juan Villegas – Sección: Función de apertura
Laura y Pablo son madre e hijo y viajan a Villa Gesell para tomarse unos días de descanso. Se hospedan en un edificio que a ella le traen recuerdos de veranos anteriores hasta que de pronto estos se materializan con la presencia de Martín, su ex marido y padre de su hijo. La relación es tensa ya que él tiene novia nueva y el vínculo con su hijo no solo es difícil sino que es casi inexistente y no hace falta mencionar la tensión con su ex mujer. La serie de eventos que les suceden hasta llegar al edificio son hilarantes, graciosos, ocurrentes y se mantendrán como un eje importante de este film nostálgico, melancólico pero que sale airoso de todas sus situaciones absurdas o tensas y le da un aire fresco a los encuentros azarosos que se suceden. La de Juan Villegas es una comedia del recuerdo muy efectiva que habla también de las diferencias generacionales (así como también de algunas similitudes) el despertar sexual y las crisis de pareja. Pero no cae en situaciones sin sentido ni en puro sentimentalismo o ironía desdeñosa sino que en cambio los diálogos y los hechos fluyen como el agua de aquel balneario a pesar de las tensiones y diferencias. – Luis Mendoza
Pink Flamingos
John Waters – Sección: John Waters
John Waters presenta una galería de personajes deplorables y la suciedad con la que presenta su obra no es detalle menor. Lleva al extremo la condiciones más impropias del ser humano poniéndolo en situaciones aberrantes pero que se presentan con mucha normalidad. Lo inapropiado tiene mucho estilo bajo la estética de este director tan peculiar. No trata de hacer sufrir a sus personajes, sino de fastidiar al espectador, de correrlo de su asiento cómodo del entretenimiento y sofocarlo con una realidad que buscamos esquivar. Esto no quita que sus personajes sean queribles. Extrañamente, tienen cierto encanto y más de una vez te quitan una carcajada, como también provocan pequeños destellos de ternura… siempre y cuando no estés con los ojos cerrados por no querer ver lo que sucede. En Pink Flamingos su personaje es nombrado como el ser más repugnante y lo peor es que unos vecinos disconformes quieren vengarse de esto. Todas las cartas de John Waters están puestas en este film. Lo grotesco, lo sexual, pero también cierto carisma que te permite empatizar con sus personajes por más que te desagrade lo que estás viendo.- Juampa Barbero
Síndrome de Astenia
Kira Muratova – Sección: Kira Muratova
La sección de retrospectivas también le dio lugar a una directora poco conocida, pero indispensable para la filmografía soviética: Kira Muratova. En esta película, Síndrome de Astenia, presenta su visión radical sobre el montaje aprendido de los grandes referentes de su cinematografía nacional y experimenta distintos ritmos narrativos que con el correr de los años se fueron dejando atrás. Esta directora piensa tanto en el fondo como en la forma, porque no sólo experimenta con la técnica, sino también la narrativa es puesta en experimento y logra contarte dos películas en una con sólo cambiar su paleta de colores. A través de sus personajes hace una denuncia a su contexto socio-político: nada más literal que retratar a una masa enceguecida, que hacer poesía con una enfermedad del sueño. – Juampa Barbero