Boi Neon
Dir: Gabriel Mascaro
Ya premiada en Venecia y de co-producción brasilera, uruguaya y holandesa, Boi Neon es una de las mejores piezas seleccionadas para competir en Vanguardia y Género. La segunda ficción de Gabriel Mascaro luego de la híbrida Vientos de agosto trata sobre los días en la vida de Iremar, un joven que trabaja en las vaquejadas de un pueblo árido de Brasil junto a una suerte de “familia disfuncional” que se las arregla con un inmenso camión, un rebaño de toros blancos y algunas hamacas paraguayas. Pero Iremar fantasea con el diseño de indumentaria, quiere ser costurero, y mientras tanto se las arregla para dibujar vestidos sobre los desnudos de una revista porno, recoge retazos de tela que las industrias desechan a orillas del mar, levanta las colas que pierden los toros en la arena del rodeo para coser pelucas. Lo interesante del relato es que, a pesar de la trama central gire en torno al protagonista, cada uno de los personajes que lo circundan posee un momento particular donde puede lucirse y sonsacar lo más creíble y relevante de su papel. Coherente a esto último, se entretejen disímiles sub-tramas que van desde la relación madre-hija hasta una crítica severa de la diferencia de clases brasileras, pasando por un pueblo que lentamente se desplaza de la ganadería para involucrarse en la industrialización textil. Tantas son las reflexiones que se generan a partir de Boi Neon que parece ser múltiples películas a la vez, rompiendo con los estereotipos en la caracterización de personajes y generando metáforas constantes acerca de la vida misma. La sensibilidad con la que se baña al personaje de Iremar encaja perfectamente con la fotografía de Diego García, que aprovecha los atardeceres del desértico pueblo y los paneos soberanamente custodiados para develar los detalles que hacen de esta película una gran película. ¿Y cuáles son esos detalles? Las secuencias con iluminación teatral y tono rojo furioso, los toros teñidos por pintura flúo, la escena de sexo más cuidada y simultáneamente la más provocativa y sensual del festival. A final de cuentas, Boi Neon es un largometraje que roza múltiples aspectos de la realidad cotidiana a través del humor, la empatía, la vocación y el poder de las relaciones humanas. Melina Storani
Para volver a ver:
Lunes 18 – 15:50 hs – Village Recoleta Sala: 8
Martes 19 – 15:30 hs – Village Recoleta Sala: 8
Tess
Dir: Roman Polanski
Corría el año 1978 y Nastassja Kinski era aún desconocida para el público general y fuera del círculo del cine independiente europeo. Su consagración a nivel internacional vino de la mano de Tess, una película que no solo la convertiría en una de las actrices más emblemáticas de su generación sino que también intentó ser una limpieza de culpas para su director. Tiempo antes de que Roman Polanski estrenara el film se sucedió el conocido escándalo que lo ubicaba como el principal acusado del abuso sexual de una nena de 13 años. Paradójicamente la película basada en la célebre novela de Thomas Hardy relata la historia de una adolescente perteneciente a la clase baja de la sociedad inglesa victoriana cuyo padre descubre que pertenece a un aristocrático linaje social y es enviada en un viaje para conocer a sus nuevos familiares en busca de ayuda económica. Allí será violada por un miembro de la familia y comenzará un calvario marcado por el abandono, el hambre y el maltrato continuo. Es interesante la forma en que Polanski elabora una obra con un tinte claramente feminista utilizando una novela de otro contexto histórico para hacer una crítica actual sobre el rol de la mujer en la sociedad patriarcal y su grado de sometimiento, teniendo en cuenta las circunstancias personales que rodeaban al director en ese momento. Tess es una obra maestra. Las interpretaciones son excelentes y con una fotografía que le saca provecho a la iluminación natural de una forma similar a Barry Lyndon de Kubrick, a nivel técnico es también impecable. Cada plano está concebido como un cuadro de Gustave Corbet y posiblemente se ubique entre los mejores trabajos de un director que se caracteriza por explorar los rincones más oscuros de la naturaleza humana y en este caso no es la excepción. La reflexión sobre cuán posible es realizar una separación entre el autor y su obra se hace presente a lo largo de las tres horas que dura el film y al final el dilema es intentar dilucidar si Tess es un manifesto hipócrita o una de las obras de arte fundamentales de un director que cambió la forma de hacer y ver el cine. Probablemente ambas opciones sean correctas. Federico del Val
Traces of Garden
Dir: Wolfgang Lehmann
El nuevo film del Wolfang Lehmann se aleja de los modos tradicionales y está concebido mas como una instalación artística en formato videoarte que como una película en sí. Traces of Garden es un homenaje a la pintura expresionista retratando paisajes naturales como si fueran pinturas en movimiento, utilizando las posibilidades del registro audiovisual no solo para jugar con la forma en que se constituye la imagen sino también explorando a través de diferentes técnicas de sonido que buscan que la experiencia sensorial para el espectador sea extrema. A través de sonidos que configuran el ambiente retratado como cantos de pájaros, el ruido de las copas de los arboles moviéndose o simplemente el soplo del aire, a lo largo de 70 minutos la película apela de forma constante a la estimulación de los sentidos. Federico del Val
Para volver a ver:
Lunes 18 – 14:00 hs – Village Recoleta Sala: 4
Miércoles 20 – 18:15 hs – Artemultiplex Belgrano Sala: 1