El Tila: Fragmentos de un Psicópata
Dir: Alejandro Torres Contreras
La ópera prima del realizador chileno Alejandro Torres Contretas forma parte de la competencia internacional y relata la historia de “El Psicópata de Dehesa”, un asesino y violador de mujeres que aterrorizó a Chile a comienzos de los 2000. El film se construye a partir de flashbacks a medida que el protagonista principal rememora su historia desde la celda en la que espera su sentencia. Con una estética feísta, un montaje imperfecto (que en ocasiones genera que la película se vuelva algo confusa) e interpretaciones muy realistas, el realizador chileno deja una impronta con un estilo muy personal que busca la incomodidad y el desagrado constante en el espectador. Las escenas de violencia son explicitas y en ocasiones, en vez de retratar la acción de un hombre enfermo y exponer la marginación social hacia los sectores mas humildes en la sociedad chilena (como intenta), termina explotando el morbo de aquello que la película en un principio busca condenar. El Tila: Fragmentos de un Psicópata, recuerda en ocasiones a los trabajos del director José Celestino Campusano, en especial el modo en que se exhibe a las clases marginadas en films como Vil Romance, una forma de expresión cruda, sin censuras ni concesiones al buen gusto que podés amar u odiar. Difícilmente haya términos medios. Federico del Val
Para volver a ver:
Domingo 24 – 17:00 hs – Village Recoleta Sala: 4
Macbeth
Dir: Roman Polanski
En determinados puntos de la filmografía de Roman Polanski, es imposible hablar de sus trabajos sin contextualizarlos en las circunstancias personales en las que se encontraba. En 1969, la secta de Charles Manson irrumpió en la mansión del director mientras su esposa Sharon Tate (embarazada de 8 meses) se encontraba con sus amigos. Asesinaron a apuñaladas a todo aquel que encontraron a su paso incluida a Tate, convirtiéndose en una de las masacres mas resonantes de la historia norteamericana. El traslado a la pantalla de la célebre obra de Shakespeare fue el primer film que Polanski hizo luego de la tragedia y aun recuperándose psicológicamente de la misma. Macbeth es una adaptación tremendamente violenta y explicita. Es difícil no percibir que en este caso el film funciona para vehiculizar a modo de catarsis la furia y la depresión del director con imágenes que retratan desde niños bañados en sangre y decapitaciones sin dejar de lado la atmósfera surrealista y el humor negro que lo caracteriza. A diferencia de otras adaptaciones de Macbeth, la de Polanski hace gala de un minimalismo (que puede traducirse en las conocidas dificultades que se presentaron para conseguir financiación) que la despoja de la teatralidad pomposa de la adaptación de Welles y el ejercicio estético al extremo de la más reciente a cargo de Justin Kurzel, explotando la potencialidad de los escenarios naturales en las montañas de Escocia y evitando el uso de iluminación artificial tal como haría unos años después con Tess. Presentada en el marco de clásicos restaurados del BAFICI y una retrospectiva acerca de la relación entre Shakespeare y el cine, Macbeth se conforma como uno de los mejores y mas infravalorados trabajos de una mente que supo trasladar su propia oscuridad a un film extremo y sin tapujos. Federico del Val