El Festival Internacional de Mar del Plata cerró su edición número 35 en un año completamente distinto, con una versión gratuita, federal y online. Las condiciones adversas para el cine durante el 2020 no impidieron que se presentaran películas de diversos géneros y nacionalidades. El gran protagonista, sin embargo, fue el cine argentino, con títulos que se destacaron tanto en los Premios Oficiales como en los independientes, como Adiós a la memoria, Esquirlas, Las mil y una, entre otros.
La película ganadora del Premio Astor Piazzolla al Mejor largometraje de la Competencia Internacional fue El año del descubrimiento, de Luis López Carrasco. El premio a Mejor dirección en la misma competencia lo recibió Matías Piñeiro por Isabella, film que también le valió el premio a Mejor interpretación por el trabajo de María Villar. El premio a Mejor guion fue para Nicolás Prividera, por su labor en Adiós a la memoria, que también recibió el premio de la SAE a Mejor edición (Hernán Roselli).
El tiempo perdido, de María Álvarez, fue la película ganadora del Premio Astor Piazzolla al Mejor largometraje de la Competencia argentina. En la Competencia latinoamericana, el jurado eligió como ganadora a Los conductos de Camilo Restrepo.
Otra película destacada durante la exhibición fue la correntina Las mil y una, que se llevó el premio a “Mejor Dirección de arte” por AADA y “Mejor Guion de Película Argentina” otorgado por Argentores. Su directora, Clarisa Navas, recibió el premio a “Mejor Dirección Argentino” por DAC.
La parte final de nuestra cobertura del Festival presenta cuatro reseñas, disponibles a continuación.
Revisá toda nuestra cobertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2020 en este enlace.
Piola
Dir: Luis Alejandro Pérez – Competencia latinoamericana
La ópera prima de Luis Alejandro Pérez es una radiografía de la juventud chilena actual. Aludiendo una serie de ítems indispensables, profundiza en un análisis sociopolítico sin la necesidad de tornarse panfletaria: la incertidumbre hacia el futuro, la rabia cotidiana, y la desconfianza y el temor a los pacos. Piola es una película de historias cruzadas: si bien tiene dos protagonistas definidos, el acento está puesto en alzar la voz desde el ejemplo, de toda una generación en desacuerdo contra la frustración de sus progenitores y el rechazo a las instituciones. Es un film con un criterio desafiante: enmarca con sutileza la rebeldía adolescente de ir al frente sin importar las consecuencias, a pesar de la aspereza que rige en las calles y poseer la inocencia de no advertir la realidad como la colisión destructora de sus deseos más subjetivos. Piola hace una lectura sencilla y penitente de lo que significa crecer: una etapa de descubrimiento que obliga a darse la cabeza contra la pared para aceptar las contingencias de la vida. – Juampa Barbero
Mamá, Mamá, Mamá
Dir: Sol Berruezo Pichon-Rivière – Competencia argentina
Mamá, Mamá, Mamá es una película que apuesta a la emotividad desde múltiples aspectos. Con una postura diligente incluso desde antes del comienzo, se trata de una producción realizada íntegramente por mujeres. Dirigida por Sol Berruezo Pichon-Rivière, el film evoca una sensibilidad dual: por un lado conmueve interpelando el efecto nostálgico a través de vestigios identitarios; y por el otro aflige con lo que se insinúa pero que no nos animamos ni a imaginarlo. No por obstinación, sino que no es lo que la narrativa sugiere. En pos de tapar las heridas con curitas, la historia sitúa a la tragedia en un fuera de campo. Resulta un retrato enternecedor y elocuente acerca de la inocencia interrumpida, como si fuese un modo de subsanar la huella del componente dramático implícito. Desde los numerosos elementos decorativos (stickers, mostacillas, cuadernos, muñecas) hasta la escena memorable de un funeral atípico, la ópera prima de la cineasta argentina revela la candidez de su poética al sondear la perspicacia de la niñez a través de la validación introspectiva de sus protagonistas femeninas. – Juampa Barbero
En la frontera
Dir: José Celestino Campusano – Selección oficial fuera de competencia
José Celestino Campusano llega con una nueva propuesta que mantiene su inconfundible manera de narrar, sus personajes cotidianos y el planteo de un cine híper realista. El realizador argentino demuestra que las historias son inagotables justamente porque la realidad circundante se actualiza permanentemente y se muestra infinita. Una vez más, Campusano desarrolla su arte encontrando la posibilidad en lo cotidiano. La historia se centra en una mujer que trabaja en la construcción y acostumbrada a lidiar con hombres: su aparente independencia y la libertad que supone la soledad se ponen en tensión con el mandato de estar en una relación amorosa. Otro aspecto muy propio, y poderoso, del cine de Campusano es la fuerza que tienen las historias secundarias dentro del film y cómo contribuyen con potencia al relato principal. Así, la película recorre la violencia de género, el machismo, el vínculo entre hermanos, la indigencia, el trabajo social: todo confluye en el retazo de vida que conocemos de la protagonista, en una pequeña mirada de su día a día. – Julieta Aiello
El arte musical
Dir: Nahuel Ugazio – Sección homenaje a Rosario Bléfari
Ensamblada a partir de material de archivo y filmaciones caseras, El arte musical de Nahuel Ugazio es el registro de la grabación de Sector apagado, el último disco solista de la extrañada Rosario Bléfari. La película fue reconstruida a partir de once horas de material en crudo, lo que en sí mismo es testamento de la destreza de Ugazio como realizador, quien supo curar, secuenciar e hilvanar escenas de una forma que realce sentido y alcance una coordenada emocional. Esa perspicacia se manifiesta en el primer instante del metraje: vemos a Bléfari armando el set-up de cámaras y al mismo tiempo contemplando que sus compañeros de banda no queden fuera de plano. Esa generosidad permea todo el visionado de El arte musical: un vistazo intimista al proceso creativo, un tributo a la horizontalidad de Bléfari y un argumento a favor de los logros como instancias colectivas. – Bartolomé Armentano