En la China de 1966 a 1976 las tropas militares viajaban con tropas de artistas, en estas tropas había pintores, músicos, escritores y bailarinas de danza clásica. Estos grupos de artistas además de documentar las campañas de la época, acompañaban la actividad del ejercito con espectáculos emocionantes. Feng Xiaogang, uno de los directores más respetados de China, formó parte de una tropa de artistas como pintor (luz que los chinos dominan) desde los 19 hasta los 27. Feng Xiaogang guarda recuerdos notablemente bellos de esta época, en una entrevista con la revista china Movie cuenta con inocencia lo lindo que era ir al comedor después de los entrenamientos de danza y ver a todas las bailarinas con el pelo mojado después de la ducha. Una de esas bailarinas era Yan Ge Ling, hoy novelista, autora de Youth.
Youth es la historia de una tropa de artistas jóvenes que atraviesa lugares espectaculares de China, acompañando la actividad militar. Estos artistas, en su mayoría músicos y bailarinas, conviven como una gran familia y entablan relaciones profundas de amistad y de amor. La película se centra en la belleza super poética de estas relaciones en un contexto artístico fundamentado en establecer sentimientos de identificación que motivan la apreciación y el cuidado. No se trata de una película pro-bélica, y por el contrario, es la guerra lo más triste que tiene. Las escenas de acción, enaltecen el coraje y el deseo de heroísmo, pero a su vez parecen lastimar aquella inocencia y vitalidad que divierte y en ocasiones emociona. En emoción, es necesario destacar la importancia del color en esta película. En este aspecto, Feng Xiaogang venía de destacarse en I’m Not Madame Bovary, narrando las aventuras de una mujer de pueblo (Fan Bingbing) que hace lo imposible para que la justicia anule su falso divorcio, pero en Youth corona. El dominio del color (en arte, fotografía y pos) es excepcional y cada locación (comedor, pileta, salón de baile, vestuario, cuartel, hospital, calles con desfiles, etc.) parece formar parte honesta de un puro universo seductor en el que lo cotidiano ostenta poesía. Pero aunque un aura de deseo y amor por los amigos sobresale todo el tiempo, también hay un poco de bullying y sus consecuencias, sin caer en lo exagerado, no pasan desapercibidas. Es que en este sentido, Youth tiene un poco de todo: drama, acción, romance y aventura, interpretado con amplia flexibilidad por un elenco revelación de higiénica performance, que se sostiene a lo largo de toda la película.
Youth, quizás es, en términos de belleza, la película más destacada del año. Por su poesía, por sus colores, sus locaciones, su elenco y por sobre todo, por sus sentimientos.