En este el último tiempo, el film de 2011 Contagion ha tomado más relevancia que nunca. La película dirigida por Steven Soderbergh volvió a revisarse al comienzo de la pandemia, generando que se ubique en los primeros puestos de alquileres, visionados en plataformas de streaming y descargas. ¿La razón? Este film no es solo el relato catastrófico de una pandemia, sino que presenta asombrosas similitudes con la situación provocada por el COVID-19, lo cual ha llevado a pensar que el film predijo estos hechos.
Contagion es un plato fuerte entre los films apocalípticos, no solo porque estuvo a cargo de Soderbergh (Sex, Lies and Videotapes; Traffic), sino también por el gran elenco que reúne: Matt Damon, Jude Law, Kate Winslet, Gwyneth Paltrow, Laurence Fishburne, Bryan Cranston, John Hawkes, entre otros. En el momento de su estreno la película asombró a la comunidad científica por su precisión y también deleitó a la crítica, habiéndose estrenado solo dos años después de que la gripe H1N1 azotara al mundo. Pero lo que la trae al presente, casi diez años después de su estreno, es que parece que estuviéramos viendo un documental del mundo actual.
La película comienza con una mujer de viaje de negocios en Hong Kong que, al volver a Estados Unidos, experimenta síntomas extraños (entre ellos fiebre, convulsiones, tos) que la lleva a la muerte y a su hijo también, siendo la paciente 0. Rápidamente, estos síntomas comienzan a presentarse entre varios habitantes de Hong Kong y luego en otros países, mientras los infectados caen como moscas. Mientras avanza la narración descubrimos que el origen del virus está en los animales, habiendo pasado de un murciélago a un cerdo, este último manipulado por un cocinero, con quien la americana fallecida había estrechado las manos. Así es también cómo el coronavirus se ha expandido con facilidad en la actualidad: a través de personas que cruzaron fronteras.
Así, mediante el contacto social se muestra un contagio casi inmediato, otro aspecto idéntico al del COVID-19. Mientras tanto, científicos y médicos experimentan un desconcierto desesperante, intentando dilucidar de qué se trata este virus letal y, más tarde, cómo combatirlo. Las primeras recomendaciones anunciadas en la película son evitar el contacto, quedarse en casa en caso de tener síntomas y lavarse las manos con frecuencia. Parece que estuviéramos viendo un noticiero.
Poco a poco comenzamos a ver la paranoia generalizada en el pueblo, los espacios públicos vaciados, los supermercados y farmacias desabastecidos, las escuelas cerrando y la desconfianza hacia el otro, que se convierte en el peor enemigo ante la amenaza del posible contagio. El film, que se compone como una narración multifactorial, va tocando las diferentes áreas protagonistas de este caos: la ciencia, la medicina, las empresas farmacéuticas y la prensa. La manipulación de los medios, el oportunismo y las fake news tienen un lugar principal en esta película, al igual que sucede en nuestra situación, en la que las redes sociales y los medios de comunicación cumplen un rol fundamental que muchas veces solo siembra más paranoia y desinformación.
Las muertes son cada vez más y los centros médicos no dan a basto, ni con el personal ni con los insumos, al tiempo que los centros velatorios se niegan a ofrecer sus servicios y los cadáveres son enterrados en fosas comunes, otras similitudes con nuestra realidad.
Barbijos, guantes y trajes de protección son los principales elementos en el vestuario de este film, así como vemos hoy en día cada vez que salimos a hacer las compras. También se muestra la desesperación de las personas encerradas en sus hogares, viendo sus sueños postergados, como una boda o una fiesta de graduación, mientras las libertades se achican cada vez más.
Si bien Contagion muestra una realidad asombrosamente parecida a la que vivimos hoy en día, debemos decir que se presenta un mundo mucho más apocalíptico. La duración de la pandemia ronda los 150 días en el film y el descubrimiento de la vacuna parece llegar a un final esperanzador, cosa de la que aún nosotros no podemos hablar, a pesar de que la ciencia está en camino. Lo que hasta hace un tiempo solo era material de ficción, historias exageradas que veíamos en la pantalla se ha convertido en una realidad absurda experimentada por el mundo entero, tal como si la ciencia ficción lo hubiera predicho.