Rotting in the Sun es uno de los estrenos más recientes y resonantes del cine independiente y alternativo. De la mano de Sebastián Silva en la dirección, el guion y con un rol fundamental en la historia, esta película juega constantemente en los bordes de la autobiografía, la sátira y suma el inesperado tono del thriller.
Lo que parece ser un film de corte LGBT y drogas se transforma rápidamente en una suerte de policial que se circunscribe a un solo espacio: el departamento en el que estaba viviendo Sebastián y donde ha desaparecido. En una operación similar a la que hace Alfred Hitchcock en Psicosis, quien pensamos que es el protagonista desaparece rápidamente del relato y la trama se centra en desentrañar cuál es su paradero.
Silva practica una propuesta en la que su vida se involucra en la trama: es un artista atormentado que se encuentra sumido en el consumo de ketamina para rescatar algunos rayos de felicidad mientras vive inmerso en un mundo de sugerencias sexuales y de pensamientos suicidas. Mientras intenta idear un nuevo proyecto de ficción, se topa con un reconocido influencer al que parece aborrecer pero que será su puerta de salida del bloqueo creativo y la puerta de entrada para hacer algo de dinero. Sin embargo, de pronto desaparece de la historia.
Silva vuelve a trabajar con Catalina Saavedra, la actriz chilena que protagonizó La nana (2009), film con el que el director ganó gran notoriedad. Al igual que allí, en Rotting in the Sun hay un espacio alrededor del cual se organiza la narración y en el que se desarrolla la acción en un gran porcentaje.
En La nana es la casa de familia donde trabaja el personaje de Saavedra, y en la nueva producción es el departamento cool, casi atelier, en el que también es empleada doméstica y conoce todos los secretos de su “patrón”. Así, Silva forma dos protagonistas en esta historia: el que desapareció de la narración pero que une al resto de los personajes, y el espacio donde pueden hallarse pistas de su paradero y en el que se va desarrollando este thriller dramático que también contiene tintes humorísticos.
Silva logra desplegar un abanico de temáticas y, sin caer en la digresión, construye un universo en el que están todas amalgamadas y conviviendo desde la tensión y la sensación de que hay algo a punto de explotar, aspecto que está resumido en el personaje de Saavedra y que es desempeñado con gran maestría actoral.
La crítica social desde la ridiculización de los snobs y la estigmatización de las clases bajas; la inmersión en el mundo gay; la burla a las redes sociales y las figuras de los influencers; los tormentos y los avatares de la vida del artista; el flagelo de las adicciones y la polarización de clases son tópicos que revientan en la pantalla porque la sutileza no es una de las características de este film, sino más bien una presentación como “cross a la mandíbula”.
Uno de los logros más interesantes de la película reside en su cambio de tono repentino y en el engaño que proporciona al espectador para presentarnos una obra que aparenta liviana y se desenvuelve rabiosa e inquietante.
Rotting in the Sun está disponible en MUBI.