Las historias sobre disidencias y, específicamente, sobre vidas de personas transgénero, están cada vez más presentes en el cine. Gracias a las luchas de múltiples colectivos de todo el mundo y un cambio de época, el séptimo arte está modificando sus representaciones. En este panorama, Netflix estrenó el documental Will y Harper, un emotivo film protagonizado por Will Ferrell y Harper Steele, quienes tienen una amistad de más de 25 años pero que ahora enfrenta una nueva etapa.
Ferrell y Steele se conocieron en Saturday Night Live y allí formaron un vínculo profesional y de amistad que no paró de crecer. Luego de la pandemia, Steele le envió un email al actor de comedia para comunicarle que había transicionado. En este documental, Harper se presenta por primera vez al mundo como mujer y decide recorrer Estados Unidos de costa a costa junto a su viejo amigo para visitar lugares que, en su identidad como mujer trans, parecen ya no pertenecerle.
Will y Harper es un documental ante todo sensible y emotivo. En clave de road movie, combina el registro de paisajes, bares, playas de estacionamiento y más en diferentes localidades estadounidenses. Estos espacios se dotan de sentido gracias a las experiencias de estos amigos que, a partir de un viaje íntimo, están re-conociéndose.
Al tener como protagonistas a dos personalidades exitosas de la comedia norteamericana, podría esperarse que el documental cuente con fuertes dosis de humor, pero este no es el caso. El humor aparece en un segundo plano y bastante cuidado.
Mientras conducen por las rutas, Ferrell hace preguntas con cautela, indaga sobre los sentimientos de su amiga, la historia oculta que nunca conoció y las nuevas experiencias físicas producto de su identidad. A diferencia de otros trabajos de Ferrell, este documental se aleja de la incorrección política y apunta a la sensibilidad.
En esta búsqueda de la intimidad, el recinto pequeño y cerrado del auto se vuelve el espacio para las confesiones, los llantos, las preguntas incómodas y la fraternidad. De todos modos, el film no traduce esta decisión narrativa en su desarrollo formal, ya que escasean recursos de un cine cercano a lo casero, los planos detalle o primeros planos -uno de ellos es el de los zapatos de Harper, que se repite en varias ocasiones-. Más bien se opta por planos generales y tomas aéreas que por momentos quitan intimidad al relato.
Will y Harper es una película sobre lo más profundo de la humanidad. Sin negar las problemáticas y desafíos que atraviesan las personas transgénero -los ataques y los malos momentos están presentes-, plantea la idea de que las personas finalmente se relacionan con personas. Harper desnuda sus miedos y sus dudas, para llegar al final de este viaje animándose a meterse al mar con el vestido que tanto tiempo ocultó y celebrando el poder conservar sus afectos, el dejar atrás a Andrew Steele y el poder disfrutar del país que tanto ama, aquel que se precia de ser el país de la libertad.
Will y Harper está disponible en Netflix.