Desde que pasó la reciente edición de los premios Oscar, las redes sociales y los medios de comunicación no dejan de hablar de Anora, la gran ganadora de la noche. La película de Sean Baker se alzó con cinco estatuillas, incluida la de Mejor película, y dio que hablar por múltiples razones.
Esta comedia dramática, que cuenta las peripecias de una trabajadora sexual que se casa con un millonario ruso, es una cinta independiente, algo que rara vez logra reconocimiento de la Academia. Uno de los vehículos para que el film tenga tanta visibilidad fue la inversión en marketing.
Tal como relató Tom Quinn -CEO de la distribuidora Neon- en una entrevista al podcast The Town, Anora invirtió 18 millones de dólares en difusión, que representa el triple del presupuesto de la película -6 millones de dólares-. Esto incluye la difusión impresa, online, campañas televisivas y el envío de copias de DVD para los votantes de diferentes premiaciones.

La instancia de la difusión y la distribución es un punto clave para cualquier película, porque es la forma de lograr visibilidad masiva. De esto habló el propio Baker en los Oscar: “Distribuidoras, por favor enfóquense primero y principalmente en el lanzamiento en cines de una película. Neon hizo eso para mí, y gracias desde lo más profundo de mi corazón”.
Anora se presenta como un atípico éxito, dado su modesto presupuesto y su provechosa recaudación de más de 40 millones de dólares en su paso por los cines. Por el momento, el film no ha sido estrenado en plataformas de streaming.