En las vísperas de la ceremonia número 95 de los premios Oscar, cabe recordar algunas de las historias más peculiares ocurridas en los galardones de la Academia. La categoría Mejor guion adaptado es una de las más importantes y hubo una edición en la que un perro fue nominado, tal como recogió Far Out.
La historia se remonta a 1984 -la edición número 56 de los premios-, en la que estaba nominada la película Greystoke: La leyenda de Tarzán, el rey de los monos, un film que contó con muchas trabas en su realización y en su pre-producción pero que logró ser nominado en tres categorías de los Oscar aunque no resultó ganador de ninguno.
El perro que quedó en la historia
El guion del film comenzó a ser escrito por Robert Towne, quien encaró esta adaptación con una visión bastante sensual -según expresó en una entrevista con Los Angeles Times- y se enfocaba en la relación de Tarzán con su madre adoptiva. Así, con la idea de que nadie cambie aspectos del guion, Towne decidió ser él también quien dirigiera la película.
Greystoke comenzó a rodarse a mediados de los 70 pero hacerla fue demasiado difícil y se estaba convirtiendo en un desastre comercial. Por lo tanto, Hugh Hudson fue designado como el director que sucedería a Towne, lo cual implicó ciertos cambios en el guion. Towne no quiso aparecer en los créditos con su nombre real y eligió el pseudónimo P.H. Vazak, el cual tomó de un perro ovejero que él tuvo. Posteriormente, la cinta recibió una nominación en la categoría de guion, siendo el perro Vazak quien resultó nominado, aunque no ganador.